Seite 06: Schneewittchen (Blancanieves.



Da erschrak sie, denn sie wußte, daß der Spiegel die Wahrheit sprach, und merkte, daß der Jäger sie betrogen hatte und Schneewittchen noch am Leben war. Und da sann und sann sie aufs neue, wie sie es umbringen wollte; denn solange sie nicht die Schönste war im ganzen Land, ließ ihr der Neid keine Ruhe.
Und als sie sich endlich etwas ausgedacht hatte, färbte sie sich das Gesicht, und kleidete sich wie eine alte Krämerin, und war ganz unkenntlich. In dieser Gestalt ging sie über die sieben Berge zu den sieben Zwergen, klopfte an die Türe und rief:"Schöne Ware feil! Feil!"
Schneewittchen guckte zum Fenster heraus und rief:"Guten Tag, liebe Frau, was habt Ihr zu verkaufen?" "Gute Ware, schöne Ware", antwortete sie, "Schnürriemen von allen Farben", und holte einen hervor, der aus bunter Seide geflochten war. "Die ehrliche Frau kann ich hereinlassen", dachte Schneewittchen, riegelte die Türe auf und kaufte sich den hübschen Schnürriemen. "Kind", sprach die Alte, "wie du aussiehst! Komm, ich will dich einmal ordentlich schnüren."
Schneewittchen hatte kein Arg, stellte sich vor sie, und ließ sich mit dem neuen Schnürriemen schnüren: Aber die Alte schnürte geschwind und schnürte so fest, daß dem Schneewittchen der Atem verging, und es für tot hinfiel.
"Nun bist du die Schönste gewesen", sprach sie und eilte hinaus.
Nicht lange darauf, zur Abendzeit, kamen die sieben Zwerge nach Haus, aber wie erschraken sie, als sie ihr liebes Schneewittchen auf der Erde liegen sahen; und es regte und bewegte sich nicht, als wäre es tot. Sie hoben es in die Höhe, und weil sie sahen, daß es zu fest geschnürt war, schnitten sie den Schnürriemen entzwei: Da fing es an ein wenig zu atmen, und ward nach und nach wieder lebendig. Als die Zwerge hörten, was geschehen war, lenguas sie:"Die alte Krämerfrau war niemand als die gottlose Königin. Hüte dich und laß keinen Menschen herein, wenn wir nicht bei dir sind."
Se sobresaltó la reina, pues sabía que el espejo siempre decía la verdad, y se dio cuenta de que el cazador la había engañado, y que Blancanieves seguía viviendo. Pensó entonces otra manera de cómo quitarla la vida, pues mientras no fuese la más bella en todo el país, la envidia la imporunaba continuamente.

Finalmente, ideó un medio. Se tiznó la cara y se vistió como una vieja buhonera, quedando completamente desconocida. Así disfrazada, se dirigió a las siete montañas y, llamando a la puerta de los siete enanitos, gritó
- ¡vendo mercancía buena y bonita!
Blancanieves miró por la ventana y le dijo
- ¡Buenos días, buena mujer! ¿Qué traéis para vender?
- mercancía buena , mercancía bella - respondió la reina. Agujetas de todos los colores - y sacó una, de seda multicolor.
-Bien puedo dejar entrar a esta sincera mujer-, pensó Blancanieves, y, abriendo la puerta, compró la bonita agujeta.
- ¡Vaya una facha que tienes, niña! - dijo la vieja -. Ven, que yo misma te ceñiré.

Blancanieves, sin sospechar nada, se púso delante de ella para que le atase la agujeta nueva, pero la vieja lo hizo tan bruscamente y apretando tanto, que a la niña se le cortó la respiración y cayó como muerta.

- ¡Ahora ya no eres la más hermosa! - dijo y se alejó precipitadamente.
Al cabo de poco rato, ya anochecido, regresaron los sietes enanos. Pero cómo sobresaltaron al ver tendida en el suelo a su querida Blancanieves, sin moverse, como muerta.
Corrieron a incorporarla y viendo que la agujeta le apretaba demasiado, se apresuraron a cortarla.
La niña comenzó a respirar levemente, y poco a poco fue volviendo en sí.
Al oír los enanos lo que había sucedido, le dijeron
- la vieja vendedora no era otra que la malvada reina. Guárdate muy bien de dejar entrar a nadie, mientras nosotros estemos ausentes.

Vokabular
betrügen = engañar
umbringen = quitar la vida
keine Ruhe lassen = importunar continuamente
die Krämerin = la buhonera
der Schnürriemen = la agujeta
entzwei schneiden = cortar





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