Seite 08: Hans im Glück (Juan con suerte)



Hans blieb stehen und sah ihm zu; endlich redete er ihn an und sprach:"Euch gehts wohl, weil Ihr so lustig bei Eurem Schleifen seid."

"Ja", antwortete der Scherenschleifer, "das Handwerk hat einen güldenen Boden. Ein rechter Schleifer ist ein Mann, der, sooft er in die Tasche greift, auch Geld darin findet. Aber wo habt Ihr die schöne Gans gekauft?"
"Die hab ich nicht gekauft, sondern für mein Schwein eingetauscht."
"Und das Schwein?"
"Das hab ich für eine Kuh gekriegt."
"Und die Kuh?"
"Die hab ich für ein Pferd bekommen."
"Und das Pferd?"
"Dafür hab ich einen Klumpen Gold, so groß als mein Kopf, gegeben."
" Und das Gold?"
" Ei, das war mein Lohn für sieben Jahre Dienst." "Ihr habt Euch jederzeit zu helfen gewußt", sprach der Schleifer, "könnt Ihrs nun dahin bringen, daß Ihr das Geld in der Tasche springen hört, wenn Ihr aufsteht, so habt Ihr Euer Glück gemacht."
" Wie soll ich das anfangen?", sprach Hans.
" Ihr müßt ein Schleifer werden wie ich; dazu gehört eigentlich nichts als ein Wetzstein, das andere findet sich schon von selbst.

Juan quedó parado, contemplándolo; al cabo, se le acercó y le dijo
- os deben de ir muy bien las cosas, pues estáis muy contento mientras le dais a la rueda.
- Sí - respondió el afilador -, este oficio tiene un fondo de oro. Un buen afilador, siempre que se mete la mano en el bolsillo la saca con dinero. Pero, ¿dónde habéis comprado esa hermosa oca?

- No la compré, sino que la cambié por un cerdo.

- ¿Y el cerdo?
- Di una vaca por él.
- ¿Y la vaca?
- Me la dieron a cambio de un caballo.
- ¿Y el caballo?
- ¡Oh!, el caballo lo compré por un trozo de oro tan grande como mi cabeza.
- ¿Y el oro?
- Pues era mi salario de siete años.
- Pues ya os digo yo que habéis sabido salir ganando con cada cambio - dijo el afilador -. Ya sólo os falta hallar la manera de que cada día, al levantaros, oigáis sonar el dinero en el bolsillo, y vuestra fortuna será completa.
- ¿Y cómo se logra eso? - preguntó Juan.
- Pues tenéis que trabajar como afilador, como yo; para lo cual, en realidad, no se necesita más que tener un mollejón; lo otro viene por sí mismo.

Vokabular
das Handwerk = el oficio
die Tasche = el bolsillo
der Wetzstein = el mollejón





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