Das Mädchen
nahm das Beinchen, wickelte es wohl in ein
Tüchlein, und ging wieder fort, so
lange, bis es an den Glasberg kam. Das Tor
war verschlossen und es wollte das Beinchen
hervorholen, aber wie es das Tüchlein
aufmachte, so war es leer, und es hatte
das Geschenk der guten Sterne verloren.
Was sollte es nun anfangen? Seine Brüder
wollte es erretten und hatte keinen SchIüssel
zum Glasberg. Das gute Schwesterchen nahm
ein Messer, schnitt sich ein kleines Fingerchen
ab, steckte es in das Tor und schloß
glücklich auf. Als es eingegangen war,
kam ihm ein Zwerglein entgegen, das sprach:»Mein
Kind, was suchst du?«
»Ich suche meine Brüder, die
sieben Raben,« antwortete es.
La niña
cogió la patita, envolviéndola
en un pañuelo y reemprendió
su camino, andando, andando, hasta que llegó
a la montaña de cristal. Como la puerta
estaba cerrada, se dispuso a sacar la patita;
pero, al desenvolver el pañuelo, lo
encontró vacío. ¡Había
perdido el regalo de la estrella! ¿Qué
debería hacer ahora? Quería
salvar a sus hermanos, pero no tenía
la llave que abría la puerta de la
montaña de cristal. Entonces la buena
hermanita, cogiendo una navaja, se cortó
el dedo meñique e, introduciéndolo
en la cerradura, enseguida se abrió
la puerta. Una vez dentro, se le presentó
un enanillo, que le preguntó
- hija mía, ¿qué estás
buscando?
- Busco a mis hermanitos, los siete cuervos
- respondió ella.