»Wie
reif, wie appetitlich!«, rief der
König. »Küchenmeister, du
bist ein ganzer Kerl und verdienst unsere
ganz besondere Gnade!«
Also sprechend, teilte der König, der
mit solchen Leckerbissen sehr sparsam zu
sein pflegte, mit eigener Hand die Feigen
an seiner Tafel aus.
Jeder Prinz und jede Prinzessin bekam zwei,
die Hofdamen und die Wesire und Agas eine,
die übrigen stellte er vor sich hin
und begann mit großem Behagen sie
zu verschlingen.
»Aber, lieber Gott, wie siehst du
so wunderlich aus, Vater?«, rief auf
einmal die Prinzessin Amarza.
Alle sahen den König erstaunt an; ungeheure
Ohren hingen ihm am Kopf, eine lange Nase
zog sich über sein Kinn herunter; auch
sich selbst betrachteten sie untereinander
mit Staunen und Schrecken; alle waren mehr
oder minder mit dem sonderbaren Kopfputz
geschmückt.
Man denke sich den Schrecken des Hofes!
Man schickte sogleich nach allen Ärzten
der Stadt; sie kamen haufenweise, verordneten
Pillen und Mixturen; aber die Ohren und
die Nasen blieben. Man operierte einen der
Prinzen; aber die Ohren wuchsen nach.
-¡Qué
maduros, qué apetitosos!- exclamó
el rey.
-Cocinero, eres un gran tipo y mereces nuestro
especial favor.
Diciendo esto, el rey, que solía ser
muy parco con tales exquisiteces, distribuyó
los higos con su propia mano en la mesa.
Dio dos a cada príncipe y cada princesa,
una a las damas, los visires y los agás,
y el resto se lo colocó delante y empezó
a devorarlos con gran gusto.
-Pero, por dios, padre, ¿cómo
tienes un aspecto tan extraño?- exclamó
de pronto la princesa Amarza.
Todos miraron asombrados al rey; unas enormes
orejas le colgaban de la cabeza y una larga
nariz le llegaba hasta más abajo de
la barbilla; también se miraban recíprocamente
con asombro y horror, pues todos estaban adornados
en mayor o menor medida con el tocado raro.
¡Se imagine el horror de la corte! Enseguida
se mandó buscar a todos los médicos
de la ciudad; vinieron en masa, recetaron
píldoras y mixturas, pero las orejas
y narices quedaron.
Un príncipe fue operado, pero las orejas
volvieron a crecer.