Das Gold,
das der kleine Muck von jetzt an mit vollen
Händen austeilte, erweckte den Neid
der übrigen Hofbediensteten. Der Küchenmeister
Ahuli sagte: »Er ist ein Falschmünzer.«
Der Sklavenaufseher Achmet sagte:»Er
hat's dem König abgeschwatzt.«
Archaz, der Schatzmeister, aber, sein ärgster
Feind, der selbst hier und da einen Griff
in des Königs Kasse tun mochte, sagte
geradezu: »Er hat's gestohlen.«
Um nun ihrer Sache gewiß zu sein,
verabredeten sie sich, und der Obermundschenk
Korchuz stellte sich eines Tages recht traurig
und niedergeschlagen vor die Augen des Königs.
Er machte seine traurigen Gebärden
so auffallend, daß ihn der König
fragte, was ihm fehle .
»Ah«, antwortete er, »ich
bin traurig, daß ich die Gnade meines
Herrn verloren habe.«
»Was fabelst du, Freund Korchuz?«
entgegnete ihm der König. »Seit
wann hätte ich die Sonne meiner Gnade
nicht über dich leuchten lassen?«
Der Obermundschenk antwortete ihm, daß
er ja den geheimen Oberleibläufer mit
Gold belade, seinen armen, treuen Dienern
aber nichts gebe.
El oro,
que desde entonces repartió a manos
llenas despertó la envidia de los demás
cortesanos. El cocinero jefe Ahuli dijo
-es un falsificador de monedas.
El veedor de esclavos dijo
-ha estafado al rey.
Pero Archaz, el tesorero y su peor enemigo,
que de vez en cuando se permitía meter
mano a la caja real, dijo -lo ha robado.
Para saberlo a ciencia cierta , se pusieron
de acuerdo, y un día el copero mayor
Korchuz se mostró en presencia del
rey muy triste y abatido.
Hizo sus gestos de tristeza tan ostensibles
que el rey le preguntó qué le
sucedía
-ay- contestó, -estoy triste por haber
perdido el favor de mi señor.
-¿Qué me cuentas, amigo Korchuz?-
le respondió el rey. -¿Desde
cuándo había dejado de brillar
sobre ti el sol de mi favor?
El copero mayor le respondió que colmaba
de oro al secreto corredor mayor y no daba
nada a sus pobres fieles servidores.