Seite 04: Die Geschichte vom Gespensterschiff (Historia del barco fantasma)



»O Herr«, sprach mein treuer Diener, »hier ist etwas Schreckliches geschehen. Doch wenn auch das Schiff da unten voll Mörder steckt, so will ich mich ihnen doch lieber auf Gnade und Ungnade ergeben, als längere Zeit unter diesen Toten zubringen.« Ich dachte wie er; wir faßten uns ein Herz und stiegen voll Erwartung hinunter. Totenstille war aber auch hier, und nur unsere Schritte hallten auf der Treppe. Wir standen an der Türe der Kajüte. Ich legte mein Ohr an die Türe und lauschte; es war nichts zu hören. Ich machte auf. Das Gemach bot einen unordentlichen Anblick dar. Kleider, Waffen und andere Geräte lagen untereinander. Nichts in Ordnung. Die Mannschaft oder wenigstens der Kapitano mußte vor kurzem gezechet haben; denn es lag alles noch umher. Wir gingen weiter von Raum zu Raum, von Gemach zu Gemach, überall fanden wir herrliche Vorräte in Seide, Perlen, Zucker usw. Ich war vor Freude über diesen Anblick außer mir, denn da niemand auf dem Schiffe war, glaubte ich, alles mir zueignen zu dürfen, Ibrahim aber machte mich aufmerksam darauf, daß wir wahrscheinlich noch sehr weit vom Lande seien, wohin wir allein und ohne menschliche Hilfe nicht kommen könnten.

-¡Oh, señor!- dijo mi fiel sirviente, -aquí ha ocurrido algo terrible. Sin embargo, aunque el barco esté lleno de asesinos ahí abajo, prefiero entregarme incondicionalmente a ellos antes que permanecer más tiempo entre estos muertos.
Yo pensaba como él; cobramos ánimo y bajamos llenos de esperanzas.
También ahí reinaba un silencio de muerte y sólo nuestros pasos resonaban en la escalera. Nos detuvimos ante la puerta del camarote. Pegué el oído a la puerta y escuché, pero no se oía nada. Abrí. El cuarto ofrecía un aspecto desordenado. Trajes, armas y otros objetos yacían revueltos. Nada estaba en su sitio.
La tripulación o por lo menos el capitán debían de haber estado copeando recientemente, pues todo andaba todavía revuelto. Continuamos de una zona a otra, de un cuarto al siguiente, en todas partes hallamos maravillosos acopios de seda, perlas, azúcar, etc.
Yo estaba fuera de mí al ver todo aquello, pues, como no había nadie en el barco, creí poder apropiármelo todo, pero Ibrahim me advirtió que probablemente estábamos aún lejos de tierra y que no podríamos llegar solos y sin ayuda humana.

Vokabular
ein Herz fassen = cobrar ánimo
die Totenstille = el silencio de muerte
die Kajüte = el camarote
das Gemach = el cuarto
die Mannschaft = la tripulación
zechen = copear
der Vorrat = el acopio





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