Seite 39: Die Galoschen des Glücks | Fünfte Geschichte - Die Verwandlung des Schreibers



Sogleich entfalteten sich seine Rockschöße und Ärmel als Flügel, die Kleider wurden zu Federn und die Galoschen zu Krallen.
Er merkte es recht gut und lachte innerlich:"So, nun weiß ich doch wenigstens, dass ich träume, aber so etwas Närrisches ist mir bisher noch nicht vorgekommen!" Und dann flog er hinauf in die grünen Zweige und sang. Aber das war gar nicht mehr poetisch, denn die Dichternatur war fort. Die Galoschen konnten, wie jeder, der seine Sache gründlich macht, nur ein Ding auf einmal ausführen. Er wollte ein Dichter werden. Das war er geworden. Nun wollte er kleiner Vogel sein, aber indem er es wurde, verlor er die vorigen Eigenschaften.
"Das ist ja recht niedlich!", sagte er, "am Tage sitze ich auf der Polizei zwischen den trockensten Abhandlungen, und nachts im Traum kann ich als Lerche im Friedrichsberg-Garten herumfliegen.
Daraus ließe sich wirklich ein Theaterstück machen!"

Nun flog er in das Gras hinunter, drehte den Kopf nach allen Seiten und pickte mit dem Schnabel in die geschmeidigen Grashalme, die im Verhältnis zu seiner jetzigen Größe, ihm lang wie die Palmen Afrikas erschienen.

En el mismo instante se le contrajeron los faldones de la levita y las mangas, transformándose en alas; los vestidos se trocaron en plumas, y los chanclos, en garras. El se dio cuenta, riéndose para sus adentros. «Bueno, ahora puedo convencerme de que estoy soñando, aunque nunca había tenido un sueño tan disparatado». Y remontándose a las ramas, se puso a cantar. Pero en su canto no había poesía, pues su naturaleza poética había desaparecido. Como todo aquel que hace las cosas a conciencia, los chanclos no podían llevar a cabo dos funciones simultáneamente: quiso ser poeta, y lo fue; quiso ser pajarillo, y se convirtió en ave, pero cesando la propiedad anterior.
«Esto es lo más delicioso de todo -dijo-. De día estoy en la comisaría, sumido en la lectura de los expedientes más serios y de noche puedo soñar que vuelo, convertido en alondra, en los jardines de Frederiksberg. ¡Habría asunto para escribir una comedia!».
Bajó de nuevo para posarse en la hierba, y, volviendo la cabeza en todas direcciones, se puso a picotear las briznas flexibles que, en proporción a su actual tamaño, le parecían largas como ramas de palmeras africanas.

Vokabular
die Kralle = la garra
picken = picotear
geschmeidig = flexible
der Grashalm = la brizna





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