Die Laterne
stand übrigens gescheuert und sauber
in einem Winkel, wo sie jederzeit in die
Augen fiel; die Leute sagten zwar, dass
es nur ein altes Gerümpel sei, aber
daran kehrten sich die Alten nicht, sie
liebten die Laterne. Eines Tages, es war
des alten Wächters Geburtstag, kam
die alte Frau zur Laterne hin, lächelte
und sagte: "lch will die Stube heute
für ihn glänzend beleuchten!"
Und die Laterne knarrte im Schornstein,
denn sie dachte: "Jetzt wird ihnen
ein Licht aufgehen!" Aber da kam Öl
und kein Wachslicht, sie brannte den ganzen
Abend, wusste aber nun, dass die Gabe der
Sterne, die beste Gabe von allen, für
dieses Leben ein toter Schatz bleiben werde.
Por lo demás,
el farol estaba en un rincón, bien
fregado y limpio y bien visible a todas horas;
y aun cuando la gente decía que era
un trasto viejo, los ancianos lo hacían
ningún caso de eso, querían
al farol viejo.
Un día, era el cumpleaños del
viejo farolero, la vieja mujer se acercó
al farol, rió y dijo
-hoy quiero iluminar la habitación
para él.-
El farol hizo crujir el tubo de ventilación
porque pensó -¡Ahora empezarán
a ver claro!-
Pero le pusieron aceite en vez de una vela;
ardió toda la noche, pero sabiendo
que el regalo de las estrellas, el mejor regalo
de todos, será un tesoro muerto para
esta vida.