Seite 47: Des Moorkönigs Tochter (La hija del rey del pantano)



»Wo hast du das schöne Püppchen gestohlen?«, riefen sie, hielten das Pferd an und rissen die beiden Reiter herunter, denn sie waren in großer Überzahl. Der Priester hatte keine andere Waffe als das Messer, das er Klein-Helga entwunden hatte, damit stieß er um sich. Einer der Räuber schwang seine Axt, doch der junge Christ sprang glücklich zur Seite, sonst wäre er erschlagen worden; nun fuhr die Schneide der Axt tief in den Hals des Pferdes, daß das Blut herausströmte und das Tier zu Boden stürzte. Da fuhr Klein-Helga, wie aus tiefen Gedanken geweckt, empor und warf sich über das stöhnende Tier.
Der christliche Priester stellte sich als Schutz und Schirm vor sie, aber einer der Räuber schwang seinen schweren Eisenhammer gegen seine Stirn, so daß sie zerschmettert wurde und Blut und Hirn rings umher spritzten. Tot fiel er zur Erde nieder.

-¿Dónde raptaste esta preciosa muchacha? -le preguntaron los bandidos. Detuvieron el caballo y obligaron a apearse a los dos jinetes, pues estaban en mayoría. El sacerdote no disponía de más arma que el cuchillo que había arrancado a Helga, y con él se defendió valerosamente. Uno de los salteadores blandió su hacha, pero el cristiano saltó de lado, esquivando la herida. El filo del hacha fue a clavarse en el cuello del caballo; brotó un chorro de sangre y el animal se desplomó. Entonces, Helga, como arrancada de profundos pensamientos, se precipitó contra el gimiente caballo.
El sacerdote se colocó delante de ella para protegerla, pero uno de los bandidos le asestó un mazazo en la frente, con tal violencia que la sangre y los sesos fueron proyectados al aire, y el cristiano cayó muerto.

Vokabular
in der Überzahl sein = estar en mayoría
die Schneide = el filo
das stöhnende Tier = el gimiente caballo
das Hirn = el seso





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