Seite 24: Des Moorkönigs Tochter (La hija del rey del pantano)



Doch eins verstand der Storchvater, denn er hatte die geringen wie die vornehmsten Leute aus Herzensgrund seufzen hören, daß es ein großes Unglück für viele Tausende und gleichzeitig für das Land sei, daß dieser Mann krank danieder läge und nicht wieder genesen könne: Wohltat und Segen würde es bedeuten, wenn er seine Gesundheit zurückerhielte.
»Aber wo wächst die Blume, die ihm die Gesundheit wiedergeben kann?« Danach hatten alle gefragt, in gelehrten Schriften, blinkenden Sternbildern, in Wetter und Wind hatten sie es zu erforschen gesucht, alle Umwege waren sie gegangen, um es herauszufinden, und zuletzt hatten die Gelehrten und Weisen, wie gesagt, dies eine herausbekommen:»Die Liebe gebiert Leben, Leben für den Vater«, und damit hatten sie mehr gesagt, als sie selbst verstanden.
Sie wiederholten und schrieben es als Rezept auf:»Liebe gebiert Leben.« Aber wie dies Ding zubereitet werden müsse, ja, da hatte die Sache ihren Haken.
Zuletzt wurden sie darüber einig, daß die Hülfe von der Prinzessin kommen müsse, von ihr, die mit ganzer Seele und von ganzem Herzen ihren Vater liebte. Man fand endlich auch heraus, wie es zustande gebracht werden müsse, aber darüber waren Jahr und Tag vergangen.

Pero una cosa entendió papá cigüeña, pues había oído suspirar con toda el alma tanto los ciudadanos inferiores como los signatarios más encopetados: que para miles de habitantes y para la totalidad del país era una gran calamidad el hecho de que aquel hombre estuviese enfermo sin esperanzas de restablecerse. Sería un alivio y una bendición el que recuperase su salud.
«Pero, ¿dónde crece la flor que posee virtud para devolvérsela?». Todos lo habían preguntado, consultado los libros eruditos, las brillantes constelaciones, los vientos y las intemperies.
Habían echado mano de todos los medios posibles, y finalmente la asamblea de eminencias había llegado, según ya se dijo, a aquella conclusión: «El amor engendra vida, vida para el padre», con lo cual dijeron más de lo que ellos mismos comprendían.
Y lo repitieron por escrito, en forma de receta:
«El amor engendra vida». Ahora bien, ¿cómo preparar aquella receta? Ahí la cosa tenía su intríngulis.
Por fin convinieron unánimemente en que el auxilio debía partir de la princesa, que amaba a su padre con todo el corazón y toda el alma. Tras muchas discusiones, encontraron también el medio de llevar a cabo la empresa; pero había pasado mucho tiempo.

Vokabular
aus Herzensgrund = con toda el alma
seufzen = suspirar
genesen = restablecerse
die Wohltat = el alivio
der Segen = la bendición
das Sternbild = la constelación
die Sache hat ihren Haken = la cosa tiene su intríngulis
Jahr und Tag = mucho tiempo





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