Die Störche
erzählen ihren Jungen gar viele Märchen,
und alle handeln von Sumpf und Moor; gewöhnlich
sind sie dem Alter und Fassungsvermögen
angepaßt.
Die kleinsten sind schon entzückt,
wenn man »Kribble, krabble, plurremurre«
sagt, das finden sie sehr ergötzlich;
aber die älteren wollen Geschichten
mit tieferem Inhalt hören, am liebsten,
wenn sie von der Familie handeln. Von den
zwei ältesten und längsten Märchen,
die sich bei den Störchen erhalten
haben, kennen wir alle das eine, das von
Moses, der von seiner Mutter in den Fluten
des Nils ausgesetzt und von der Tochter
des Königs gefunden wurde, eine gute
Erziehung erhielt und ein großer Mann
wurde, von dem man nicht einmal weiß,
wo er begraben wurde. Aber das ist etwas
ganz Alltägliches.
Las cigüeñas
cuentan muchísimas leyendas a sus pequeños,
y todas ellas suceden en el pantano o el cenagal.
Generalmente son historias adaptadas a su
edad y a la capacidad de su inteligencia.
Las crías más pequeñas
se extasían cuando se les dice: «¡Cribel,
crabel, plurremurre!». Lo encuentran
divertidísimo, pero las que son algo
mayores reclaman cuentos más enjundiosos,
y sobre todo les gusta oír historias
de la familia. De las dos leyendas más
largas y antiguas que se han conservado en
el reino de las cigüeñas, todos
conocemos una, la de Moisés, que, abandonado
en las aguas del Nilo por su madre, fue encontrado
por la hija del faraón. Se le dio una
buena educación y llegó a ser
un gran personaje, aunque nadie conoce el
lugar de su sepultura. Pero esta historia
la sabe todo el mundo.