Da runzelte
der Herzog vor Unmut die Stirne und errötete
vor Beschämung.
"Hund von einem Zwerg!", rief
er, "wie wagst du es, deinem Herrn
dies anzutun? Soll ich dir deinen großen
Kopf abhacken lassen zur Strafe für
deine schlechte Kocherei?"
"Ach, Herr! Um des Himmels willen,
ich habe das Gericht doch zubereitet nach
den Regeln der Kunst, es kann gewiß
nichts fehlen!", so sprach der Zwerg
und zitterte.
"Es ist eine Lüge, du Bube!",
erwiderte der Herzog und stieß ihn
mit dem Fuße von sich.
"Mein Gast würde sonst nicht sagen,
es fehlt etwas. Dich selbst will ich zerhacken
und backen lassen in eine Pastete!"
Al oírlo,
el duque frunció el entrecejo con
disgusto y enrojeció de vergüenza.
-¡Perro, pedazo de enano!- exclamó.
¿Cóme te atreves a hacerle
esto a tu señor?¿He de hacer
que te corten la cabezota de un hachazo,
en castigo por tus malos comistrajos?-
-¡Ay, señor, por el amor del
cielo! He preparado el plato según
las reglas del arte, ¡no le puede
faltar nada!- dijo el enano temblando.
-¡Es mentira, granuja!- replicó
el duque alejándolo de sí
de un puntapié.
-Mi huésped no diría entonces
que falta algo. ¡A tí mismo
voy a hacer que te despedacen y te cuezan
en una empanada.