"Ja,
das ist weitläufig zu erklären!",
sagte der Storch, und damit ging er. ,,Freue
dich deiner Jugend!", sagten die Sonnenstrahlen,
,,freue dich deines frischen Wachstums,
des jungen Lebens, das in dir ist!"
Und der Wind küsste den Baum, und der
Tau weinte Tränen über ihn, aber
das verstand der Tannenbaum nicht.
Wenn es gegen die Weihnachtszeit war, wurden
ganz junge Bäume gefällt, Bäume,
die oft nicht einmal so gross oder gleichen
Alters mit diesem Tannenbaume waren, der
weder Rast noch Ruhe hatte, sondern immer
davon wollte; diese jungen Bäume, und
es waren gerade die allerschönsten,
behielten immer alle ihre Zweige; sie wurden
auf Wagen gelegt, und Pferde zogen sie zum
Walde hinaus.
-¡Sería
de conta con todo detaller!- fijo la cigüeña
y se alejó.
-Alégrate de tu juventud!- decían
los rayos del sol- ¡alégrate
de ir creciendo sano, de la vida joven que
hay en ti.
Y el viento iba a besarle, y el rocío
vertía sus lágrimas sobre
él , pero el abeto no lo comprendía.
Al acercarse las Navidades eran cortados
árboles jóvenes, árboles
que ni siquiera alcanzaban la talla ni la
edad de nuestro abeto, el que no tenía
ni tregua ni reposo sino que le consumía
el afán de salir de allí.
Aquellos arbolitos -y eran siempre los más
hermosos- conservaban todo su ramaje; los
cargaban en carros tirados por caballos
y se los llevaban del bosque.