"Nun
muß ich wohl auch in die Welt hinaus
und fortbleiben wie die anderen", sagte
der vierte Bruder.
Er hatte eine ebenso sonnige Laune wie der
vorhergehende Bruder, aber er war kein Dichter,
und so hatte er allen Grund zu guter Laune.
Die beiden hatten Fröhlichkeit ins
Schloß gebracht. Nun ging die letzte
Munterkeit mit ihm hinaus. Das Gesicht und
das Gehör sind stets von den Menschen
als die wichtigsten Sinne angesehen worden,
die man sich besonders stark und scharf
wünscht, die drei anderen Sinne werden
für minder wesentlich gehalten.
Doch das war durchaus nicht die Meinung
dieses Sohnes, denn er hatte einen besonders
entwickelten Geschmack, und zwar in jeder
Richtung, in der dieser Begriff aufgefaßt
werden kann, und dieser hat gewaltige Macht
und große Herrschermöglichkeiten,
er regiert über alles, was durch den
Mund und Geist geht. Deshalb kostete der
vierte Bruder an allem in Pfannen und Töpfen,
in Flaschen und Schüsseln.
-Ahora me
toca a mí salir al mundo y tardar en
volver, como han hecho los otros -dijo el
cuarto de los hermanos.
Tenía un genio tan bueno como el anterior,
pero no era poeta, y por esta razón
estaba de buen humor.
Los dos habían sido la alegría
del palacio, y ahora éste quedaba triste
y melancólico. Los hombres siempre
han considerado la vista y el oído
como los dos sentidos principales, los que
conviene tener más sensibles y desarrollados.
Los tres restantes son tomados por menos esencial.
Pero el cuarto hijo discrepaba de tal opinión.
Su sentido más fino era el del gusto,
en todas las acepciones que pueda tener. De
hecho, es un sentido de gran poder e influencia.
Domina sobre todo lo que pasa por la boca
y por el espíritu; por eso el hijo
cataba todo lo que se ponía en la sartén,
el puchero, la botella y la fuente.