Seite 7: Der Schweinehirt (El porquerizo) |
deutscher Text | Texto español | ||||||||||||
"Wir
wissen, wer süße Suppe und Eierkuchen
essen wird, wir wissen, wer Grütze
und Braten bekommt! Wie schön ist doch
das!" "Ja, aber haltet reinen
Mund, denn ich bin des Kaisers Tochter!"
"Jawohl, jawohl!", sagten alle.
-Sabemos
quien comerá sopa dulce y tortillas,
y quien comerá papillas y asado.
¡Qué interesante! -Sí, pero de eso, ni una palabra a nadie; recordad que soy la hija del emperador. -¡Sí por cierto! -respondieron todas-. El porquerizo, o sea, el príncipe -pero claro está que ellas lo tenían por un porquerizo auténtico- no dejaba pasar un solo día sin hacer una cosa u otra. Lo siguiente que fabricó fue una matraca que, cuando giraba, tocaba todos los valses y danzas conocidos desde que el mundo es mundo. -¡Oh, esto es superbe! -exclamó la princesa al pasar por el lugar. -¡Nunca oí música tan bella! Oye, entra a preguntarle lo que vale el instrumento; pero nada de besos, ¿eh? -Pide cien besos de la princesa -fue la respuesta que trajo la dama de honor que había entrado a preguntar. -¡Este hombre está loco! -gritó la princesa, echándose a andar; pero se detuvo a los pocos pasos-. Hay que estimular el arte -observó-. Soy la hija del emperador. Dile que le daré diez besos, como la otra vez; los noventa restantes los recibirá de mis damas.
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