Seite 6: Der Schweinehirt (El porquerizo) |
deutscher Text | Texto español | ||||||||
"Er
ist unartig!", sagte die Prinzessin,
und dann ging sie; aber als sie ein kleines
Stück gegangen war, erklangen die Schellen
so lieblich:"Ach, du lieber Augustin,
alles ist hin, hin, hin!" -¡Es
un grosero! -exclamó la princesa, y
siguió su camino; pero a los pocos
pasos volvieron a sonar las campanillas, tan
lindamente: ¡Ay, querido Agustín,
todo tiene su fin, fin, fin!
-Escucha -dijo la princesa-. Pregúntale si aceptaría diez besos de mis damas. -Muchas gracias -dijo el porquerizo-. Diez besos de la princesa o me quedo con el puchero. -¡Es un fastidio! - exclamó la princesa -. Pero, en fin, poneos todas delante de mí, para que nadie lo vea. Las damas se pusieron delante con los vestidos extendidos; el porquerizo recibió los diez besos, y la princesa obtuvo la olla. Entonces, ¡qué alegría! Toda la noche y todo el día estuvo el puchero cociendo; no había un solo hogar en la ciudad del que no supieran lo que en él se cocinaba, así el del chambelán como el del remendón. Las damas bailaban y daban palmadas.
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