Mit einem
Male war alles wieder verschwunden; ja,
wo war es geblieben? Es war gerade, als
ob man ein Blatt im Buche umwendet. Und
nun stand eine alte Frau da; das war eine
Jäterin, die aus Sorö kam, wo
das Gras auf dem Markte wächst. Sie
hatte ihre graue Linnenschürze über
Kopf und Rücken hängen, die war
so naß; es mußte geregnet haben.
"Ja, das hat es", sagte sie, und
dann erzählte sie allerlei Lustiges
aus Holbergs Komödien und wußte
auch etwas über Waldemar und Absalon.
Plötzlich aber schrumpfte sie zusammen,
wackelte mit dem Kopf und tat, als ob sie
springen wolle:"Koax!", sagte
sie, "es ist naß, es ist naß,
man schläft gut und still wie im Grabe
in Sorö!" Mit einem Male war sie
ein Frosch, "koax" und dann war
sie wieder die alte Frau. "Man muß
sich nach dem Wetter kleiden!", sagte
sie. "Es ist naß, es ist naß.
Meine Stadt ist grade wie eine Flasche;
man muß beim Pfropfen hinein, und
da muß man auch wieder heraus!
De pronto
desapareció todo. ¿Dónde
había ido a parar? Daba exactamente
la impresión de cuando se vuelve la
página de un libro. Y ahora estaba
aquí una anciana; era una escardadera
venida de Sorö, donde la hierba crece
en la plaza del mercado. Llevaba su delantal
de tela gris sobre la cabeza y colgándole
de la espalda; estaba muy mojado: seguramente
había llovido.
-Sí que ha llovido -dijo la mujer,
y le contó muchas cosas divertidas
de las comedias de Holberg, así como
de Waldemar y Absalón. Pero de pronto
se encogió toda ella y se puso a mover
la cabeza como si quisiera saltar. -¡Cuac!
-dijo- está mojado, está mojado;
se duerme bien y tranquilo en Sorö, como
en una tumba. Se había transformado
en rana; ¡cuac!, y luego otra vez en
una vieja. -Hay que vestirse según
el tiempo -dijo-. ¡Está mojado,
está mojado! Mi ciudad es como una
botella: se entra por el tapón y luego
hay que volver a salir.