Seite 008: Der Froschkönig oder der eiserne Heinrich (El rey rana o el fiel Enrique)



Endlich sprach der Frosch: »Ich habe mich satt gegessen und bin müde. Nun trag mich in dein Kämmerlein und mach dein seidenes Bettlein zurecht!« Die Königstochter fing an zu weinen und fürchtete sich vor dem kalten Frosch, den sie sich nicht anzurühren getraute und der nun in ihrem schönen, reinen Bettlein schlafen sollte.
Der König aber wurde zornig und sprach: »Wer dir geholfen hat, als du in Not warst, den sollst du hernach nicht verachten!«
Da packte sie den Frosch mit zwei Fingern, trug ihn hinauf in ihr Kämmerlein und setzte ihn dort in eine Ecke. Als sie aber im Bette lag, kam er gekrochen und sprach: »Ich will schlafen so gut wie du. Heb mich hinauf, oder ich sag's deinem Vater!«
Da wurde sie bitterböse, holte ihn herauf und warf ihn gegen die Wand. »Nun wirst du Ruhe geben«, sagte sie, »du garstiger Frosch!« Als er aber herabfiel, war er kein Frosch mehr, sondern ein Königssohn mit schönen freundlichen Augen.
Der war nun nach ihres Vaters Willen ihr lieber Geselle und Gemahl. Er erzählte ihr, er wäre von einer bösen Hexe verwünscht worden, und niemand hätte ihn aus dem Brunnen erlösen können als sie allein, und morgen wollten sie mitsammen in sein Reich gehen.
Finalmente, dijo la bestezuela: - ¡Ay! Estoy ahíta y me siento cansada; llévame a tu cuartito y arregla tu camita de seda: dormiremos juntas. La princesita se echó a llorar; le repugnaba aquel bicho frío, que ni siquiera se atrevía a tocar; y he aquí que ahora se empeñaba en dormir en su cama.

Pero el rey, enojado, le dijo:
- No debes despreciar a quien te ayudó cuando te encontrabas necesitada.
Cogió la rana, pues, con dos dedos, la llevó arriba y la depositó en un rincón.
Mas cuando ya se había acostado, se acercó la rana a saltitos y exclamó: - Estoy cansada y quiero dormir tan bien como tú; conque súbeme a tu cama, o se lo diré a tu padre. La princesita se puso furiosa, cogió a la rana del suelo y la arrojó contra la pared: - ¡Ahora descansarás, asquerosa! Pero en cuanto la rana cayó al suelo, dejó de ser rana, y convirtióse en un príncipe, un apuesto príncipe de bellos ojos y dulce mirada. Y el rey lo aceptó como compañero y esposo de su hija. Le contó entonces que una bruja malvada lo había encantado, y que nadie sino ella podía desencantarlo y sacarlo de la fuente y le dijo que al día siguiente se marcharían a su reino. .

Vokabular
zurechtmachen = arreglar
anrühren = tocar
getrauen = atrever
verachten = despreciar
bitterböse werden = ponerse furioso
erlösen = desencantar





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