»Ach,
freilich«, erwiderte Peter, »und
es ist mir oft selbst unbequem, daß
mein Herz so teilnahmslos und ganz gleichgültig
ist, wenn ich an solche Dinge denke.«
So lenguas sie; aber in der nächsten
Nacht hörte er fünf oder sechsmal
die bekannte Stimme in sein Ohr lispeln:
»Peter, schaff dir ein wärmeres
Herz!«
-Desde luego-
respondió Pedro, -y a veces incluso
me resulta incómodo que mi corazón
se queda tan impasible y totalmente indiferente
mientras pienso en estas cosas.-
Así hablaron, pero la noche siguiente
Pedro oyó la voz conocida susurrarle
cinco o seis veces al oído
-¡Pedro, búscate un corazón
más cálido!-
Er empfand keine Reue, daß er sie
getötet, aber wenn er dem Gesinde sagte,
seine Frau sei verreist, so dachte er immer
dabei: »Wohin mag sie wohl gereist
sein?«
No sentía arrepentimiento por haberla
matado, pero, cuando decía a los criados
que su mujer estaba de viaje, pensaba siempre
-¿adónde puede haberse ido de
viaje?-
Sechs Tage hatte er es so getrieben, und
immer hörte er nachts diese Stimme,
und immer dachte er an den Waldgeist und
seine schreckliche Drohung; aber am siebenten
Morgen sprang er auf von seinem Lager und
rief: »Nun ja, will sehen, ob ich
mir ein wärmeres schaffen kann; denn
der gleichgültige Stein in meiner Brust
macht mir das Leben nur langweilig und öde.«
Er zog schnell seinen Sonntagsstaat an und
setzte sich auf sein Pferd und ritt dem
Tannenbühl zu.
Así había pasado seis días,
y por la noche seguía oyendo la voz
y pensaba continuamente en el genio del bosque
y en su terrible amenaza; pero en la mañana
del séptimo día saltó
-¡pues sí, veré si me
puedo buscar uno más cálido,
pues esta piedra indiferente de mi pecho sólo
me hace la vida aburrida y monótona!-
A toda prisa se puso su vestido de fiesta,
montó a su caballo y se dirigió
hacia la colina de los abetos.