»Freilich,
aber ganz angenehm kühl. Warum soll
denn ein Herz warm sein? Im Winter nützt
dir die Wärme nichts, da hilft ein
guter Kirschgeist mehr als ein warmes Herz,
und im Sommer, wenn alles schwül und
heiß ist - du glaubst nicht, wie dann
ein solches Herz abkühlt. Und wie gesagt,
weder Angst noch Schrecken, weder törichtes
Mitleiden noch anderer Jammer pocht an solch
ein Herz.«
»Und das ist alles, was Ihr mir geben
könnet?«, fragte Peter unmutig,
»ich hoff' auf Geld, und Ihr wollet
mir einen Stein geben!«
-Desde luego,
pero de un frescor bastante agradable. ¿Por
qué tiene que ser caliente un corazón?
En invierno el calor no te sirve de nada;
entonces es más útil un buen
kirsch que un corazón caliente, y en
verano, cuando todo es bochornoso y ardiente,
no sabes cómo refresca un corazón
así. Y lo dicho, en un corazón
tal no late ni el miedo, ni la angustia, ni
la necia compasión, ni otras miserias.
-¿Y eso es todo lo que podéis
darme?- preguntó Pedro malhumorado.
-¡Espero dinero y queréis darme
una piedra!
»Nun, ich denke, an hunderttausend
Gulden hättest du fürs erste genug.
Wenn du es geschickt umtreibst, kannst du
bald ein Millionär werden.«
»Hunderttausend?«, rief der
arme Köhler freudig. »Nun, so
poche doch nicht so ungestüm in meiner
Brust! Wir werden bald fertig sein miteinander.
Gut, Michel; gebt mir den Stein und das
Geld, und die Unruh könnet Ihr aus
dem Gehäuse nehmen!«
-Bien, creo que por ahora tendrías
bastante con cien mil florines. Si los mueves
con habilidad, pronto llegarás a ser
millonario.
-¿Cien mil?- gritó contento
el pobre carbonero.
-No latas tan vehemente en mi pecho.
Muy pronto vamos a terminar el uno con el
otro. Bien, Michel, dadme la piedra y el dinero,
y podéis sacar el volante de la caja.