Und so
war es; das Floß, mit dem er abgehen
sollte, hatte acht Glaich (Glieder), und
waren im letzten von den größten
Zimmerbalken. Aber was geschah? Am Abend
zuvor bringt der lange Michel noch acht
Balken ans Wasser, so dick und lang, als
man keinen je sah, und jeden trug er so
leicht auf der Schulter wie eine Flözerstange,
so daß sich alles entsetzte. Wo er
sie gehauen, weiß bis heute noch niemand.
Y así
fue; la armadía con la que él
debía partir constaba de ocho troncos,
y además eran de los más grandes
maderos. Pero ¿qué ocurrió?
La noche anterior, el largo Michel trajo otros
ocho maderos al río, tan gruesos y
largos como nadie los había visto jamás,
y los llevó uno a uno al hombro con
la misma agilidad que si se tratara de un
palo de modo que todos se quedaron espantados.
En qué sitio los había talado,
todavía hoy no lo sabe nadie.
Dem Holzherrn lachte das Herz, als er dies
sah; denn er berechnete, was diese Balken
kosten könnten; Michel aber sagte:
»So, die sind für mich zum Fahren;
auf den kleinen Spänen dort kann ich
nicht fortkommen.«
El maderero se alegró en el corazón
al verlos, porque calculó lo que podrían
valer aquellas planchas; pero Michel dijo
-bien, estos son para mí para navegar;
en esas pequeñas astillas de ahí
me es imposible avanzar.-
Sein Herr wollte ihm zum Dank ein paar Flözerstiefel
schenken; aber er warf sie auf die Seite
und brachte ein Paar hervor, wie es sonst
keine gab; mein Großvater hat versichert,
sie haben hundert Pfund gewogen und seien
fünf Fuß lang gewesen.
Su señor quiso regalarle como recompensa
un par de botas de almadiero, pero él
las tiró a un lado y sacó otro
par como no existían ningunas; mi abuelo
aseguraba que pesaban cien libras y medían
cinco pies.