»Ihr
versteht mich nicht!«, sagte das Entlein.
»Wir verstehen dich nicht? Wer soll
dich denn verstehen können! Du wirst
doch wohl nicht klüger sein wollen
als der Kater oder die Frau – von
mir will ich nicht reden! Bilde dir nichts
ein, Kind! Und danke deinem Schöpfer
für all das Gute, was man dir erwiesen!
Bist du nicht in eine warme Stube gekommen
und hast du nicht eine Gesellschaft, von
der du etwas profitieren kannst? Aber du
bist ein Schwätzer, und es ist nicht
erfreulich, mit dir umzugehen! Mir kannst
du glauben! Ich meine es gut mit dir. Ich
sage die Unannehmlichkeiten, und daran kann
man seine wahren Freunde erkennen! Sieh
nur zu, daß du Eier legst oder schnurren
und Funken sprühen lernst!«
»Ich glaube, ich gehe hinaus in die
weite Welt!«, sagte das Entlein. »Ja,
tue das!«, sagte die Henne.
Und das Entlein ging; es schwamm auf dem
Wasser, es tauchte unter, aber von allen
Tieren wurde es wegen seiner Häßlichkeit
übersehen.
-No me
comprendéis -dijo el patito. -Pues
si nosotros no te comprendemos, me gustaría
saber quién podrá comprenderte.
De seguro que no pretenderás ser
más sabio que el gato y la señora,
para no mencionarme a mí misma. ¡No
seas tonto, muchacho! Dale las gracias a
tu Creador por todo lo bueno que te otorgaba.
¿No te has encontrado un cuarto cálido
y confortable, donde te hacen compañía
quienes pueden enseñarte? Pero no
eres más que un parlanchín,
y a nadie le hace gracia tenerte aquí.
Te doy mi palabra de que si te digo cosas
desagradables es por tu propio bien: sólo
los buenos amigos nos dicen las verdades.
Haz ahora tu parte y aprende a poner huevos
o a ronronear y echar chispas.
-Creo que me voy a recorrer el ancho mundo
-dijo el patito. -Sí, vete -dijo
la gallina.
Y así fue como el patito se marchó.
Nadó y se zambulló; pero ningún
ser viviente quería tratarse con
él por lo feo que era.