Nathanael
fand eine Einladungskarte und ging mit
hochklopfendem Herzen zur bestimmten Stunde,
als schon die Wagen rollten und die Lichter
in den geschmückten Sälen schimmerten,
zum Professor. Die Gesellschaft war zahlreich
und glänzend. Olimpia erschien sehr
reich und geschmackvoll gekleidet. Man
mußte ihr schöngeformtes Gesicht,
ihren Wuchs bewundern. Der etwas seltsam
eingebogene Rücken, die wespenartige
Dünne des Leibes schien von zu starkem
Einschnüren bewirkt zu sein. In Schritt
und Stellung hatte sie etwas Abgemessenes
und Steifes, das manchem unangenehm auffiel;
man schrieb es dem Zwange zu, den ihr die
Gesellschaft auflegte.
Nataniel encontró una invitación,
y, con el corazón palpitante, se
encaminó a la hora fijada a casa
del profesor, cuando empezaban a llegar
los carruajes y resplandecían las
luces de los adornados salones. La reunión
era numerosa y brillante. Olimpia apareció
ricamente vestida, con un gusto exquisito.
Todos admiraron la perfección de
su rostro y de su talle. La ligera inclinación
de sus hombros parecía estar causada
por la oprimida esbeltez de su cintura de
avispa. Su forma de andar tenía algo
de medido y de rígido. Causó
mala impresión a muchos, y fue atribuida
a la turbación que le causaba tanta
gente.
Das Konzert begann.
Olimpia spielte den Flügel mit großer
Fertigkeit und trug ebenso eine Bravour-Arie
mit heller, beinahe schneidender Glasglockenstimme
vor. Nathanael war ganz entzückt;
er stand in der hintersten Reihe und konnte
im blendenden Kerzenlicht Olimpias Züge
nicht ganz erkennen.
El concierto empezó. Olimpia tocaba
el piano con una habilidad extrema, e interpretó
un aria con voz tan clara y penetrante que
parecía el sonido de una campana
de cristal. Nataniel estaba fascinado; se
encontraba en una de las últimas
filas y el resplandor de los candelabros
le impedía apreciar los rasgos de
Olimpia.
Ganz unvermerkt nahm
er deshalb Coppolas Glas hervor und schaute
hin nach der schönen Olimpia. Ach!
- da wurde er gewahr, wie sie voll Sehnsucht
nach ihm herübersah, wie jeder Ton
erst deutlich aufging in dem Liebesblick,
der zündend sein Inneres durchdrang.
Sin ser visto, sacó los lentes de
Coppola y miró a la hermosa Olimpia.
¡Ah!... entonces sintió las
miradas anhelantes que ella le dirigía,
y que a cada nota le acompañaba una
mirada de amor que lo atravesaba ardientemente.
Las brillantes notas le parecían
a Nataniel el lamento celestial de un corazón
enamorado, y cuando finalmente la cadencia
del largo trino resonó en la sala,
le pareció que un brazo ardiente
lo ceñía; extasiado, no pudo
contenerse y exclamó en voz alta:
Die künstlichen Rouladen schienen
dem Nathanael das Himmelsjauchzen des in
Liebe verklärten Gemüts, und
als nun endlich nach der Kadenz der lange
Trillo recht schmetternd durch den Saal
gellte, konnte er wie von glühenden Ärmen
plötzlich erfaßt sich nicht
mehr halten, er mußte vor Schmerz
und Entzücken laut aufschreien:
Las brillantes notas le parecían
a Nataniel el lamento celestial de un corazón
enamorado, y cuando finalmente la cadencia
del largo trino resonó en la sala,
le pareció que un brazo ardiente
lo ceñía; extasiado, no pudo
contenerse y exclamó en voz alta:
»Olimpia!« -
Alle sahen sich um nach ihm, manche lachten.
Der Domorganist schnitt aber noch ein finstreres
Gesicht, als vorher und sagte bloß: »Nun
nun!«
-¡Olimpia! Todos los ojos se volvieron
hacia él. Algunos rieron. El organista
de la catedral adoptó un aire sombrío
y dijo simplemente: -Bueno, bueno.
Vokabular
die
Gesellschaft = la reunión
wespenartige
Dünne des Leibes (die Wespentaille) = de su cintura de avispa