La
conjugación de los verbos en español
es difícil. Primero hay tres tipos de
verbos.
los que terminan
en -ar (tomar, hablar, sacar, etc.)
los que terminan en -er (comer, meter, vender, etc.)
los que terminan en -ir (recibir, percibir, etc.)
Cada
uno de estos tipos de verbos se conjuga de manera diferente
y aparte de ello, casi la mitad de los verbos en español
son irregulares. La conjugación alemana es más
fácil. En alemán sólo hay dos
tipos de verbos, los llamados verbos
débiles
(schwache) que no experimentan ningún
cambio en la raíz, y los llamados verbos
fuertes (starke), cuya raíz sí experimenta una modificación.