Die Königin
stellte sich daheim vor den Spiegel und
sprach:
" Spieglein, Spieglein an der Wand,
wer ist die Schönste im ganzen Land?"
Da antwortete er wie vorher:
" Frau Königin, Ihr seid die Schönste
hier,
aber Schneewittchen über den Bergen
bei den sieben Zwergen
ist noch tausendmal schöner als Ihr."
Als sie den Spiegel so reden hörte,
zitterte und bebte sie vor Zorn.
"Schneewittchen soll sterben",
rief sie, "und wenn es mein eigenes
Leben kostet."
Darauf ging sie in eine ganz verborgene
einsame Kammer, wo niemand hinkam, und machte
da einen giftigen, giftigen Apfel. Äußerlich
sah er schön aus, weiß mit roten
Backen, daß jeder, der ihn erblickte,
Lust danach bekam, aber wer ein Stückchen
davon aß, der mußte sterben.
Als der Apfel fertig war, färbte sie
sich das Gesicht und verkleidete sich in
eine Bauersfrau, und so ging sie über
die sieben Berge zu den sieben Zwergen.
Sie klopfte an, Schneewittchen streckte
den Kopf zum Fenster heraus und sprach:"Ich
darf keinen Menschen einlassen, die sieben
Zwerge haben mirs verboten."
" Mir auch recht", antwortete
die Bäuerin, "meine Äpfel
will ich schon los werden. Da, einen will
ich dir schenken."
" Nein", sprach Schneewittchen,
"ich darf nichts annehmen." "Fürchtest
du dich vor Gift?", sprach die Alte,
"sieh du, da schneide ich den Apfel
in zwei Teile; den roten Backen iß
du, den weißen will ich essen."
Der Apfel war aber so künstlich gemacht,
daß der rote Backen allein vergiftet
war. Schneewittchen lüsterte den schönen
Apfel an, und als es sah, daß die
Bäuerin davon aß, so konnte es
nicht länger widerstehen, streckte
die Hand hinaus und nahm die giftige Hälfte.
Kaum aber hatte es einen Bissen davon im
Mund, so fiel es tot zur Erde nieder. Da
betrachtete es die Königin mit grausigen
Blicken und lachte überlaut und sprach:"Weiß
wie Schnee, rot wie Blut, schwarz wie Ebenholz!
Diesmal können dich die Zwerge nicht
wieder erwecken." Und als sie daheim
den Spiegel befragte:
"Spieglein, Spieglein an der Wand,
wer ist die Schönste im ganzen Land?",
so antwortete er endlich, " Frau Königin,
Ihr seid die Schönste im Land."
En casa,
la reina de acercó al espejo y dijo
-Espejito, espejito en la pared, dime
¿quién es de este país
la más hermosa?
Y, como las veces anteriores, respondió
el espejo
-Señora reina, aquí, usted es
la más hermosa,
pero Blancanieves, que está en la montaña,
con los siete enanitos,
es mil veces más bella que usted.
Al oír estas palabras del espejo, la
malvada bruja se puso a temblar de rabia.
- ¡Blancanieves morirá - gritó
-, aunque me haya de costar a mí la
vida!
Y, bajando a una cámara secreta donde
nadie tenía acceso sino ella, preparó
una manzana con un veneno de lo más
virulento. Por fuera era preciosa, blanca
y sonrosada, capaz de hacer la boca agua a
cualquiera que la viese. Pero un solo bocado
significaba la muerte segura. Cuando tuvo
preparada la manzana, se pintó nuevamente
la cara, se vistió de campesina y se
encaminó a las siete montañas,
a la casa de los siete enanos.
Llamó a la puerta. Blancanieves asomó
la cabeza a la ventana y dijo
- no debo abrir a nadie; los siete enanitos
me lo han prohibido.
- Me parece bien- respondió la campesina
-. Mis manzanas iré a a vender. Mira,
te regalo una.
- No - contestó Blancanieves -, no
puedo aceptar nada.
- ¿Temes acaso que te envenene? - dijo
la vieja -. Fíjate, corto la manzana
en dos mitades: tú te comes la parte
roja, y yo, la blanca.
La manzana estaba preparada de modo que sólo
el lado encarnado tenía veneno.
Blancanieves miraba la fruta con ojos codiciosos,
y cuando vio que la campesina la comía,
no pudo ya resistir. Alargó la mano
y cogió la mitad envenenada. Pero no
bien se hubo metido en la boca el primer trocito,
cayó en el suelo, muerta.
La contempló la reina con una mirada
de rencor, y, echándose a reír,
dijo
- ¡Blanca como la nieve; roja como la
sangre; negra como el ébano! Esta vez,
no te resucitarán los enanos.
Y cuando, al llegar a casa, preguntó
al espejo
-espejito, espejito en la pared,
¿quién es de este país
la más hermosa?».
le respondió el espejo, al fin
-señora reina, usted es la más
hermosa en todo el país.