Seite 02: Schneewittchen (Blancanieves)



So antwortete der Spiegel:
" Frau Königin, Ihr seid die Schönste im Land."
Da war sie zufrieden, denn sie wußte, daß der Spiegel die Wahrheit sagte.
Schneewittchen aber wuchs heran und wurde immer schöner, und als es sieben Jahre alt war, war es so schön wie der klare Tag, und schöner als die Königin selbst. Als diese einmal ihren Spiegel fragte:
" Spieglein, Spieglein an der Wand,
wer ist die Schönste im ganzen Land?",
so antwortete er:
" Frau Königin, Ihr seid die Schönste hier, aber Schneewittchen ist tausendmal schöner als Ihr."

Da erschrak die Königin und ward gelb und grün vor Neid. Von Stund an, wenn sie Schneewittchen erblickte, kehrte sich ihr das Herz im Leibe herum, so haßte sie das Mädchen. Und der Neid und Hochmut wuchsen wie ein Unkraut in ihrem Herzen immer höher, daß sie Tag und Nacht keine Ruhe mehr hatte.
Da rief sie einen Jäger und sprach:"Bring das Kind hinaus in den Wald, ich wills nicht mehr mit meinen Augen sehen. Du sollst es töten und mir Lunge und Leber zum Wahrzeichen mitbringen."
Der Jäger gehorchte und führte es hinaus, und als er den Hirschfänger gezogen hatte und Schneewittchens unschuldiges Herz durchbohren wollte, fing es an zu weinen und sprach:"Ach, lieber Jäger, laß mir mein Leben; ich will in den wilden Wald laufen und nimmermehr wieder heim kommen."
Und weil es so schön war, hatte der Jäger Mitleid und sprach:"So lauf hin, du armes Kind."
" Die wilden Tiere werden dich bald gefressen haben", dachte er, und doch wars ihm, als wär ein Stein von seinem Herzen gewälzt, weil er es nicht zu töten brauchte. Und als gerade ein junger Frischling dahergesprungen kam, stach er ihn ab, nahm Lunge und Leber heraus, und brachte sie als Wahrzeichen der Königin mit. Der Koch mußte sie in Salz kochen, und das boshafte Weib aß sie auf und meinte, sie hätte Schneewittchens Lunge und Leber gegessen.

Y el espejo le contestaba
-señora reina, usted es la más hermosa en todo el país.
Entonces ella quedaba satisfecha, pues sabía que el espejo decía la verdad.
Blancanieves fue creciendo y se hacía más bella cada día. Cuando cumplió los siete años, era tan hermosa como la luz del día, y mucho más que la misma reina.
Al preguntar ésta un día al espejo
-espejito en la pared, dime una cosa:
¿quién es de este país la más hermosa?,
respondió el espejo:
-señora reina, aquí, usted es la más hermosa,
pero Blancanieves es mil veces más bella que usted.

Se espantó la reina, palideciendo de envidia, y, desde entonces, cada vez que veía a Blancanieves sentía revolvérsele el corazón; tal era el odio que abrigaba contra ella. Y la envidia y la soberbia, como las malas hierbas, crecían cada vez más altas en su alma, no dejándole un instante de reposo, de día ni de noche.

Finalmente, llamó un día a un cazador y le dijo
- ¡llévate a la niña al bosque! no quiero tenerla más tiempo ante mis ojos. La matarás, y en prueba de haber cumplido mi orden, me traerás sus pulmones y su hígado.- Obedeció el cazador y se marchó al bosque con la muchacha. Pero cuando se disponía a clavar su cuchillo de monte en el inocente corazón de la niña, se echó ésta a llorar y dijo
- ¡piedad, buen cazador, déjame vivir! Me quedaré en el bosque y jamás volveré a palacio.

Y era tan hermosa, que el cazador, apiadándose de ella, le dijo
- ¡márchate, pues, pobrecilla! - y pensó:«No tardarán las fieras en devorarte». Y, sin embargo, le pareció como si se le quitase una piedra del corazón al no tener que matarla. Y como acertara a pasar por allí un jabatillo, lo degolló, le sacó los pulmones y el hígado, y se los llevó a la reina como prueba de haber cumplido su mandato. La perversa mujer los entregó al cocinero para que se los guisara, y se los comió convencida de que comía los pulmones y el hígado de Blancanieves.

Vokabular
die Wahrheit = la verdad
der Neid = la envidia
der Hochmut = la soberbia
das Unkraut = la mala hierba
der Jäger = el cazador
gehorchen = obedecer
der Frischling = el jabato







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