Seite 53: Die Galoschen des Glücks | Sechste Geschichte - Das Beste, was die Galoschen brachten



Nach etwas Besserem, als dem Augenblicklichen, sehne ich mich, ja, nach etwas Besserem, dem Besten, aber wo und was ist das? Im Grunde weiß ich wohl, was ich will: ich will zu einem glücklichen Ziel, dem glücklichsten von allen!" Und, wie das Wort ausgesprochen war, war er wieder in seinem Heim. Die langen, weißen Gardinen hingen vor den Fenstern herab, und mitten auf dem Fußboden stand der schwarze Sarg. In diesem lag er im stillen Todesschlafe. Sein Wunsch war erfüllt, der Körper ruhte, der Geist reiste. "Preise niemand glücklich vor seinem Tode", Solons Wort, hier bewies es wieder einmal seine Gültigkeit. Jede Leiche ist der Unsterblichkeit Sphinx; auch die Sphinx hier in dem schwarzen Sarge gab keine Antwort auf das, was der Lebende zwei Tage vorher niedergeschrieben hatte.

Quiero algo que sea mejor que lo que tengo en aquel momento; pero, ¿qué es y dónde está?
En el fondo sé bien lo que quiero: llegar a un fin feliz, el más feliz de todos».
No bien había pronunciado este deseo, se encontró en su patria, en su hogar; las largas cortinas blancas colgaban ante las ventanas, y en el suelo, en el centro de la habitación, había el negro ataúd, en el cual dormía él el sueño de la muerte.
Su deseo quedaba cumplido: el cuerpo reposaba, y el alma viajaba. «No creas que nadie sea feliz antes de estar en la tumba» -tales fueron las palabras de Solón; y aquí se confirmaba su verdad. Todo cadáver es una esfinge de la inmortalidad. La esfinge tendida en aquel féretro tampoco nos respondió a lo que el vivo había escrito dos días antes: .

Vokabular
das Heim = el hogar
die Gardine = la cortina
die Unsterblichkeit = la inmortalidad





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