Seite 14: Die alte Straßenlaterne (El farol viejo)


Sie wohnten zwar in einem Keller, zwei Ellen tief unter der Erde, man musste über einen gepflasterten Flur, um zur Stube zu gelangen, aber warm war es darin, denn sie hatten Tuchleisten um die Tür genagelt. Rein und niedlich sah es hier aus, Vorhänge um die Bettstellen und über den kleinen Fenstern, wo da oben auf dem Fensterbrette zwei sonderbare Blumentöpfe standen. Der Matrose Christian hatte sie von Ost- und Westindien mit nach Hause gebracht; es waren zwei Elefanten von Ton, denen der Rücken fehlte, aber an dessen Stelle wuchsen aus der Erde, die hineingelegt war, in dem einen der schönste Schnittlauch, das war der Küchengarten der alten Leute, und in dem anderen ein großes, blühendes Geranium, das war ihr Blumengarten.

En verdad vivían en el sótano, a dos varas bajo tierra. Para llegar a su habitación había que atravesar un corredor enlosado, pero dentro la temperatura era agradable, pues habían puesto burlete en la puerta.
El cuarto tenía un aspecto limpio y aseado, con cortinas en torno a las camas y en las ventanitas, sobre las cuales se veían dos singulares macetas, que el marinero Cristián había traído de las Indias Orientales y Occidentales.

Eran dos elefantes de barro, a los que faltaba el dorso; en el lugar de éste, en uno brotaba de la tierra puesta un magnífico cebollino lo que era el huerto de los viejos, y un gran geranio florido en el otro lo que era su jardín.

Vokabular
der Keller = el sótano
die Elle = la vara
unter der Erde = bajo tierra
die Tuchleiste = el burlete
der Blumentopf = la maceta
der Schnittlauch = el cebollino
der Küchengarten = el huerto





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