Als er
die häßliche Gestalt erblickte,
schauderte er wie vor einer bösen Erscheinung
zurück. Sie zog ihr Messer, durchschnitt
seine Fesseln und winkte ihm, ihr zu folgen.
Er rief heilige Namen, schlug das Kreuzeszeichen,
und als die Gestalt unverändert vor
ihm stand, sagte er:»Selig ist, wer
die Geringen verständig handelt, der
Herr wird ihn erretten am Tage der Trübsal.
– Wer bist du? Woher dies Äußere
eines Tieres und doch von barmherzigem Tun?«
Die Krötengestalt winkte, führte
ihn hinter schützenden Decken durch
einen einsamen Gang zum Stalle hinaus und
zeigte auf ein Pferd; er schwang sich hinauf,
doch auch sie hüpfte vor ihm aufs Pferd
und hielt sich an seiner Mähne fest.
Der Gefangene verstand sie, in hurtigem
Trab ritten sie einen Weg entlang, den er
nie allein gefunden haben würde, und
kamen in die offene Heide hinaus.
Al ver ante
sí la repelente figura, se estremeció
como ante una aparición infernal. Ella
se sacó el cuchillo, cortó las
ataduras del cautivo y le hizo señas
de que lo siguiera. Él invocó
nombres sagrados, hizo la señal de
la cruz y, viendo que aquella figura seguía
invariable, dijo: -Bienaventurado el que tiene
compasión del desgraciado. El Señor
lo amparará en el día de la
tribulación. ¿Quién eres?
¿Cómo tienes el exterior de
un animal, y, sin embargo, realizas obras
de misericordia? La rana le hizo una seña
y lo guió por un corredor apartado,
cerrado sólo por pieles de animales,
hasta el establo, donde le señaló
un caballo. Montó él de un saltó,
pero la rana se subió delante, agarrándose
a las crines. El prisionero comprendió
su intención, y, emprendiendo un trote
ligero, pronto se encontraron, por un camino
que él no habría descubierto
nunca, en el campo libre.