Seite 9: Des Moorkönigs Tochter (La hija del rey del pantano)



»Da kann sie doch nicht liegen bleiben!«, dachte der Storch, »in meinem Nest sind wir schon so viele, doch halt, da fällt mir etwas ein! Die Wikingerfrau hat keine Kinder, und sie hat sich schon oft so ein Kleines gewünscht. Ich werde ja immer beschuldigt, die kleinen Kinder zu bringen, nun will ich einmal ernst damit machen! Ich fliege mit dem Kind zur Wikingerfrau; das wird eine Freude werden!«
Der Storch nahm das kleine Mädchen, flog zum Blockhause, schlug mit dem Schnabel ein Loch in die Fensterscheibe aus Blasenhaut und legte das Kind an die Brust der Wikingerfrau.
Dann flog er zur Storchmutter und erzählte ihr alles, und die Jungen durften zuhören, sie waren nun schon groß genug dazu.
»Siehst du, die Prinzessin ist nicht tot! Sie hat das Kleine heraufgeschickt, und nun ist es untergebracht!«
»Das habe ich ja von vornherein gesagt!«, meinte die Storchmutter. »Denk aber jetzt etwas an deine eigenen Kinder. Jetzt kommt bald die Reisezeit; es kribbelt mir schon ab und zu unter den Flügeln. Der Kuckuck und die Nachtigall sind schon fort, und die Wachteln hörte ich eben davon sprechen, daß wir guten Wind bekommen. Unsere Jungen werden beim Manöver schon ihren Mann stehen, wie ich sie kenne!«

-Aquí no puede quedarse- pensó la cigüeña. -En mi nido somos ya demasiados, pero se me ocurre una idea. La mujer del vikingo no tiene hijos, y ¡cuántas veces ha suspirado por tener uno!
Dicen de mí que traigo los niños pequeños; pues esta vez voy a hacerlo en serio.
Llevaré la niña a la esposa del vikingo. ¡Qué alegría tendrá!
Y la cigüeña cogió la pequeña niña y se echó a volar hacia la casa de madera. Con el pico abrió un agujero en la ventana que era de piel de vejiga de cerdo, y depositó la niña al pecho de la mujer del vikingo. Seguidamente, regresó a su nido, donde explicó a madre cigüeña lo sucedido. Las crías escucharon también el relato, pues eran ya lo bastantes crecidas para comprenderlo. -¿Sabes? la princesa no está muerta. Ha enviado arriba a su hijita, y ella habita allá abajo.
-¿No te lo dije yo? -exclamó mamá cigüeña-.
- Pero ahora piensa en ocuparte un poco de tus propios hijos. Se acerca el día de la marcha. Siento ya una especie de cosquilleo debajo de las alas. El cuclillo y el ruiseñor han partido ya, y, por lo que oigo, las codornices pronostican un viento favorable. Conociendo a nuestros hijos sé que están a la altura de las circunstancias durante el viaje.

Vokabular
mit etwas Ernst* machen (neue Rechtschreibung) = comenzar en serio
die Brust = el pecho
der Kuckuck = el cuclillo
die Nachtigall = el ruiseñor
die Wachtel = el codorniz
seinen Mann stehen = estar a la altura de las circunstancias





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