Dicht beim
Moor, nahe am Limfjord, lag das Blockhaus
mit steinuntermauertem Keller, einem Turm
und drei Stockwerken. Oben auf dem Dache
hatte der Storch sein Nest gebaut, die Storchenmutter
lag auf ihren Eiern und wiegte sich in Sicherheit,
daß ihr Vorhaben glücken werde.
Eines Abends blieb Storchvater etwas lange
aus, und als er dann heimkam, sah er ganz
verstört und abgehetzt aus.
»Ich muß dir etwas ganz Furchtbares
erzählen!«, sagte er zur Storchmutter.
»Laß es lieber sein«,
sagte sie, »denke daran, daß
ich auf den Eiern liege, ich könnte
durch den Schreck Schaden nehmen, und das
wirkt auf die Eier.« »Du mußt
es wissen!«, sagte er. »Sie
ist hergekommen, die Tochter unseres Wirtes
in Ägypten. Sie hat die Reise hier
herauf gewagt, und weg ist sie.«
En las
proximidades del pantano, junto al fiordo
de Lim, se alzaba el blocao, con bodega
de mampostería, torre y tres pisos.
En el tejado, la cigüeña había
establecido su nido, donde la madre empollaba
tranquilamente sus huevos, segura de que
los pequeños saldrían con
toda felicidad.
Un anochecer, el padre llegó a casa
más tarde que de costumbre, consternado
y con las plumas erizadas. Venía
muy excitado.
-Tengo que contarte algo espantoso -dijo
a la madre. -¡No me lo cuentes! -replicó
ella, -piensa que estoy incubando. A lo
mejor recibo un susto, y los huevos lo pagarían.
-Pues tienes que saberlo -insistió.
- Ha llegado la hija de aquel rey de Egipto
que nos da hospedaje. Se ha arriesgado a
emprender este largo viaje, y ahora está
perdida.