Seite 31: Der Zwerg Nase (El enano Narizotas)



"Nein, Herr!", antwortete der Zwerg. "Ich bin ein geschickter Koch und erfahren in allerlei seltenen Speisen; wollet mich zum Oberküchenmeister bringen; vielleicht kann er meine Kunst brauchen."
"Jeder nach seinem Willen, kleiner Mann; übrigens bist du doch ein unbesonnener Junge. In die Küche! Als Leibzwerg hättest du keine Arbeit gehabt und Essen und Trinken nach Herzenslust und schöne Kleider. Doch, wir wollen sehen, deine Kochkunst wird schwerlich so weit reichen, als ein Mundkoch des Herren nötig hat, und zum Küchenjungen bist du zu gut." Bei diesen Worten nahm ihn der Aufseher des Palastes bei der Hand und führte ihn in die Gemächer des Oberküchenmeisters.
"Gnädiger Herr", sprach dort der Zwerg und verbeugte sich so tief, daß er mit der Nase den Fußteppich berührte, "brauchet Ihr keinen geschickten Koch?"

-No, señor- contestó el enano. -Yo soy un hábil cocinero, versado en toda clase de comidas extraordinarias; os ruego que me llevéis ante el maestro primero de cocina; quizás pueda necesitar de mi arte.-
-A cada cual según su voluntad, hombrecillo. Además, eres sin duda un chico irreflexivo. ¡A la cocina! De enano de cámara no hubieses tenido nada de trabajo, y comida y bebida a tus anchas y buenos vestidos.
Pero veremos, porque difícilmente llegará tu arte hasta el que se necesita para cocinero de palacio de nuestro señor, y para pinche de cocina eres demasiado bueno.-
Diciendo estas palabras, el veedor del palacio lo cogió de la mano y lo condujo a los aposentos del maestro primero de cocina.

-Señor- dijo el enano al llegar, inclinándose tanto que con su nariz tocaba la alfombra a sus pies. -¿No necesitáis un hábil cocinero.

Vokabular
geschickt = hábil
erfahren, versiert = versado
unbesonnen = irreflexivo
nach Herzenslust = a sus anchas
der Küchenjunge = el pinche de cocina
das Gemach = el aposento





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