Seite 09: Der Zwerg Nase (El enano Narizotas)



"So, Söhnchen, so", sprach sie, "iß nur dieses Süppchen, dann hast du alles, was dir an mir so gefallen! Sollst auch ein geschickter Koch werden, daß du noch etwas bist; aber Kräutlein, nein, das Kräutlein sollst du nimmer finden... Warum hat es deine Mutter nicht in ihrem Korb gehabt?"
Der Kleine verstand nicht recht, was sie sprach, desto aufmerksamer behandelte er die Suppe, die ihm ganz trefflich schmeckte. Seine Mutter hatte ihm manche schmackhafte Speise bereitet; aber so gut war ihm noch nichts geworden. Der Duft von feinen Kräutern und Gewürzen stieg aus der Suppe auf, dabei war sie süß und säuerlich zugleich und sehr stark. Während er noch die letzten Tropfen der köstlichen Speise austrank, zündeten die Meerschweinchen arabischen Weihrauch an, der in bläulichen Wolken durch das Zimmer schwebte; dichter und immer dichter wurden diese Wolken und sanken herab, der Geruch des Weihrauchs wirkte betäubend auf den Kleinen, er mochte sich zurufen, so oft er wollte, daß er zu seiner Mutter zurückkehren müsse; wenn er sich ermannte, sank er immer wieder von neuem in den Schlummer zurück und schlief endlich wirklich auf dem Sofa des alten Weibes ein.

-Ay, hijito, ay- dijo, come esta sopita que luego tendrás todo lo que de mí te gusta tanto. También te convertirás en un hábil cocinero, que algo habrás de ser; pero hierbecilla, no, la hierbecilla jamás la encontrarás... ¿Por qué no la tenía tu madre en su cesto?
El pequeño que no entendía lo que decía, ponía toda su atención en la sopa, que le sabía muy buena. Su madre ya le había preparado alguna que otra sabrosa comida, pero nunca le había sabido nada tan bueno. De la sopa subía el olor a finas hierbas y especias, además era dulce y agria al mismo tiempo y muy espesa. Mientras se tomaba hasta las últimas gotas de la deliciosa comida, los cobayos se pusieron a quemar incienso árabe que quedó flotando en la habitación en nubes azuladas; las nubes se hacía espesas, cada vez más espesas, e iban bajando poco a poco, el humo del incienso se apoderaba del niño adormeciéndolo, por más que quisiera hablar, cada vez que pensaba que debía regresar junto a su madre; cuando sacaba fuerzas de flaqueza, caía una y otra vez en el sopor, y, al fin, se quedó dormido de veras en el sofá de la vieja mujer.

Vokabular
geschickt = hábil
schmackhaft = sabroso
das Gewürz = la especia
süss = dulce
säuerlich = agrio
der Tropfen = la gota
köstlich = delicioso
der Weihrauch = el incienso
schweben = flotar
bläulich = azulado
betäuben = adormecer
sich ermannen, sich aufraffen = sacar fuerzas de flaqueza





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