Sie sah
sich um, woher die Stimme käme, da
erblickte sie einen Frosch, der seinen dicken,
häßlichen Kopf aus dem Wasser
streckte. »Ach, du bist's, alter Wasserpatscher«,
sagte sie.
»Ich weine über meine goldene
Kugel, die mir in den Brunnen hinabgefallen
ist.« »Sei still und weine nicht«,
antwortete der Frosch, »ich kann wohl
Rat schaffen. Aber was gibst du mir, wenn
ich dein Spielzeug wieder heraufhole?«
»Was du haben willst, lieber Frosch«,
sagte sie, »meine Kleider, meine Perlen
und Edelsteine, auch noch die goldene Krone,
die ich trage.«
La niña
miró en torno suyo, buscando la procedencia
de aquella voz, y descubrió una rana
que asomaba su gruesa y fea cabezota por la
superficie del agua. - ¡Ah!, ¿eres
tú, viejo chapoteador? -dijo-.
Pues lloro por mi pelota de oro, que se me
cayó en la fuente.
- Cálmate y no llores más -replicó la rana-. Yo puedo arreglarlo. Pero, ¿qué me darás si te devuelvo tu juguete?
- Lo que quieras, mi buena rana -respondió la niña-: mis vestidos, mis perlas y piedras preciosas; hasta la corona de oro que llevo.

http://www.curso-de-aleman.de

http://www.frances-online.de

http://www.curso-de-ingles.de

http://www.curso-de-italiano.de

http://www.curso-de-portugues.com