Die Knie
beugten die Heiden an Pommerns Küste,
als die dänischen Schwäne mit
der Fahne des Kreuzes und gezogenem Schwerte
kamen. "Das war in lang vergangenen
Tagen", sagst du. Auch näher unserer
Zeit sah man mächtige Schwäne
uns dem Neste fliegen. Es leuchtete durch
die Luft, es leuchtete weit über die
Länder der Welt; der Schwan teilte
mit mächtigem Schwingenschlag die dämmernden
Nebel und der Sternenhimmel wurde deutlicher
sichtbar, es war als rücke er der Erde
näher; das war der Schwan Tycho Brahe.
"Ja, damals!", sagst du, "aber
jetzt in unseren Tagen." Da sahen wir
Schwan auf Schwan in herrlichem Fluge dahinfliegen.
Einer ließ seine Flügel über
die Goldharfe hingleiten, und es klang durch
den Norden. Norwegens Felsen erhoben sich
höher im Sonnenlichte der Vorzeit;
es sauste in Birke und Tanne; die Götter
des Nordens, Helden und edle Frauen zeigten
sich im tiefen, dunklen Waldesgrunde.
Los paganos de la costa de Pomerania hincaron la rodilla, y los cisnes daneses llegaron con la bandera de la cruz y la espada desnuda. -Todo eso ocurrió en épocas remotísimas -dirás. También en tiempos recientes se han visto volar del nido cisnes poderosos. Se hizo luz en el aire, se hizo luz sobre los campos del mundo; con sus robustos aleteos, el cisne disipó la niebla opaca, quedando visible el cielo estrellado, como si se acercase a la Tierra. Fue el cisne Tycho Brahe. -Sí, en aquel tiempo -dices-. Pero, ¿y en nuestros días? Vimos un cisne tras otro en majestuoso vuelo. Uno pulsó con sus alas las cuerdas del arpa de oro, y las notas resonaron en todo el Norte; las rocas de Noruega se levantaron más altas, iluminadas por el sol de la Historia. Se oyó un murmullo entre los abetos y los abedules; los dioses nórdicos, sus héroes y sus nobles matronas, se destacaron sobre el verde oscuro del bosque.