Eines Abends
ging er auch wieder vom Wirtshaus heim und
dachte trotz des vielen Weines, den er getrunken,
um sich fröhlich zu machen, mit Schrecken
und Gram an den Verfall seines Vermögens.
Da bemerkte er auf einmal, daß jemand
neben ihm gehe; er sah sich um, und siehe
da - es war das Glasmännlein.
Una noche
volvía de la taberna a casa y, a pesar
de haber bebido mucho vino para animarse,
pensaba con horror y pena en la ruina de su
negocio.
Da geriet
er in Zorn und Eifer, vermaß sich
hoch und teuer und schwur, der Kleine sei
an all seinem Unglück schuld. »Was
tu' ich nun mit Pferd und Wägelchen?«,
rief er. »Was nutzt mir die Hütte
und all mein Glas? Selbst als ich noch ein
elender Köhlersbursch war, lebte ich
froher und hatte keine Sorgen. Jetzt weiß
ich nicht, wann der Amtmann kommt und meine
Habe schätzt und versteigert, der Schulden
wegen!«
De repente notó que alguien caminaba
junto a él, miró a su alrededor
y, ¡qué sorpresa!, era el Hombrecillo
de Cristal. Entonces montó en cólera
y se acaloró, jurando y perjurando
que el Hombrecillo era el culpable de toda
su desgracia.
-¿Qué hago ahora con el caballo
y el carrito?- exclamó. ¿De
qué me sirve la vidriería y
todo el vidrio?
Incluso cuando era un miserable carbonero
vivía más alegre y no tenía
preocupaciones. Ahora no sé cuándo
vendrá el bailío a tasar mi
hacienda y embargarme por deudas.