Wer durch
Schwaben reist, der sollte nie vergessen,
auch ein wenig in den Schwarzwald hineinzuschauen;
nicht der Bäume wegen, obgleich man
nicht überall solch unermeßliche
Menge herrlich aufgeschossener Tannen findet,
sondern wegen der Leute, die sich von den
andern Menschen ringsumher merkwürdig
unterscheiden.
Quien viaja
por Suabia no debería olvidarse nunca
de echar una mirada a la Selva Negra; no por
los árboles, aunque no se halle en
todas partes tan enorme cantidad de abetos
de tan magnífico tamaño, sino
por su gente, que de forma curiosa se diferencia
de la de los alrededores.
Sie sind größer als gewöhnliche
Menschen, breitschultrig, von starken Gliedern,
und es ist, als ob der stärkende Duft,
der morgens durch die Tannen strömt,
ihnen von Jugend auf einen freieren Atem,
ein klareres Auge und einen festeren, wenn
auch rauheren Mut als den Bewohnern der
Stromtäler und Ebenen gegeben hätte.
Son más altos de lo corriente, anchos
de hombros, de miembros vigorosos, y es como
si la fragancia robustecedora que de mañana
fluye por entre los abetos les hubiera dado
desde la juventud una respiración más
espontánea, una visión más
límpida y un coraje más recio,
aunque también más rudo, que
lo de los habitantes de vegas y llanuras.
Und nicht nur durch Haltung und Wuchs, auch
durch ihre Sitten und Trachten sondern sie
sich von den Leuten, die außerhalb
des Waldes wohnen, streng ab.
Y no sólo por la postura y la estatura,
sino también por sus costumbres y trajes
regionales se distinguen de la gente que vive
fuera del bosque.
Am schönsten
kleiden sich die Bewohner des badenschen
Schwarzwaldes; die Männer lassen den
Bart wachsen, wie er von Natur dem Mann
ums Kinn gegeben ist; ihre schwarzen Wämser,
ihre ungeheuren, enggefalteten Pluderhosen,
ihre roten Strümpfe und die spitzen
Hüte, von einer weiten Scheibe umgeben,
verleihen ihnen etwas Fremdartiges, aber
etwas Ernstes, Ehrwürdiges. Dort beschäftigen
sich die Leute gewöhnlich mit Glasmachen;
auch verfertigen sie Uhren und tragen sie
in der halben Welt umher.
Lo habitantes de la Selva Negra badense se
visten de modo lo más bello; los hombres
se dejan crecer la barba en torno a la barbilla,
tal como les sale por naturaleza; sus negros
jubones, sus enormes pantalones bombachos
plisados, sus medias rojas y los sombreros
puntiagudos, rodeados de una amplia arandela,
les dan un aire extraño, pero serio
y respetable.
Ahí se dedican en general a la vidriería;
también fabrican relojes y los envían
a medio mundo.