Seite 11: Das häßliche kleine Entlein (El patito feo)



Hier wohnte eine Frau mit ihrem Kater und ihrer Henne. Und der Kater, welchen sie »Söhnchen« nannte, konnte einen Buckel machen und schnurren; er sprühte sogar Funken aber dann mußte man ihn gegen die Haare streichen. Die Henne hatte ganz kleine niedrige Beine, und deshalb wurde sie »Küchelchen-Kurzbein« genannt; sie legte gute Eier, und die Frau liebte sie wie ihr eigenes Kind.
Am Morgen bemerkte man sogleich das fremde Entlein; und der Kater begann zu schnurren und die Henne zu glucken. »Was ist das?«, sagte die Frau und sah sich rings um; aber sie sah nicht gut, und so glaubte sie, daß das Entlein eine fette Ente sei, die sich verirrt habe.
»Das ist ja ein seltener Fang!«, sagte sie. »Nun kann ich Enteneier bekommen. Wenn es nur kein Enterich ist! Das müssen wir erproben.« Und so wurde das Entlein für drei Wochen auf Probe angenommen; aber es kamen keine Eier. Und der Kater war Herr im Hause, und die Henne war die Dame, und immer sagte sie:»Wir und die Welt!« Denn sie glaubte, daß sie die Hälfte seien, und zwar bei weitem die beste Hälfte. Das Entlein glaubte, daß man auch eine andere Meinung haben könne; aber das litt die Henne nicht. »Kannst du Eier legen?«, fragte sie. »Nein!« »Nun, kann wirst du die Güte haben, zu schweigen!«

En la cabaña vivía una anciana con su gato y su gallina. El gato, a quien la anciana llamaba �Hijito�, sabía arquear el lomo y ronronear; hasta era capaz de echar chispas si lo frotaban a contrapelo. La gallina tenía unas patas tan cortas que le habían puesto por nombre �Chiquitita Piernascortas�. Era una gran ponedora y la anciana la quería como a su propia hija.
Cuando llegó la mañana, el gato y la gallina no tardaron en descubrir al extraño patito. El gato lo saludó ronroneando y la gallina con su cacareo. -Pero, ¿qué pasa? -preguntó la vieja, mirando a su alrededor. No andaba muy bien de la vista, así que se creyó que el patito feo era una pata regordeta que se había perdido-. ¡Qué suerte! -dijo-. Ahora tendremos huevos de pata. ¡Con tal que no sea macho! Le daremos unos días de prueba. Así que al patito le dieron tres semanas de plazo para poner, al término de las cuales, por supuesto, no había ni rastros de huevo. Ahora bien, en aquella casa el gato era el dueño y la gallina la dueña, y siempre que hablaban de sí mismos solían decir: �Nosotros y el mundo�, porque opinaban que ellos solos formaban la mitad del mundo , y lo que es más, la mitad más importante. Al patito le parecía que sobre esto podía haber otras opiniones, pero la gallina ni siquiera quiso oírlo.
-¿Puedes poner huevos? -le preguntó. -No. -Pues entonces, ¡cállate!

Vokabular
der Kater = el gato
einen Buckel machen = arquear el lomo
schnurren = ronronear
Funken sprühen = echar chispas
die Henne = la gallina
verirren = perderse
erproben = someter a prueba
die Meinung = la opinión
Eier legen = poner huevos





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