Denn eben wo Begriffe fehlen,
Da stellt ein Wort zur rechten Zeit sich ein.
Mit Worten läßt sich trefflich streiten,
Mit Worten ein System bereiten,
An Worte läßt sich trefflich glauben,
Von einem Wort läßt sich kein Jota rauben.
Pues allá donde faltan
conceptos
se encaja oportunamente la palabra.
Con palabras se puede discutir acertadamente,
con palabras se puede construir un sistema;
se puede creer en las palabras.
No hay que escatimarle ni una jota a una palabra.
Si usted ha estudiado lingüística entonces ha aprendido que una palabra
presenta una cosa concreta. Esto evidentemente es una perfecta tontería.
Es igualmente una tontería creer que una frase tiene sentido, en la mayoría
de los casos no lo tiene. La lengua es un portador de energía sin sentido
alguno. Por ejemplo muy recientemente un político alemán dijo que
era orgulloso de ser alemán. Esta frase es portador de energía,
son frasecitas de este tipo que calientan el corazón, pero que no tienen
sentido alguno. Desde un punto meramente lógico solo se puede estar orgulloso
de cosas que se ha logrado por sí mismo porque si se puede estar orgulloso
de las hazañas de otra gente se necesita una definición precisa
cuán lejos una persona puede estar para que no se pueda estar orgulloso
de lo que logró. Puede por ejemplo un Berlinés estar orgulloso
de lo que hizo una persona en Munich (los dos son alemanes). Pero de Berlín
a Munich son 600 km y con estos 600 km también se llega a Dinamarca. Puede
un Alemán entonces ser orgulloso de lo que hizo una persona en Dinamarca?
Un alemán es un europeo pero un francés es europeo también
Es posible que un alemán sea orgulloso de lo que hizo un francés?
Puede estar un alemán orgulloso del hecho que en Bolivia son riquísimas
los plátanos? Si se puede estar orgulloso de las hazañas de otra
gente entonces se puede estar orgulloso de cualquier cosa. Sea como sea aunque
esta frase no tiene sentido alguno puso en marcha un discusión sobre el
orgullo nacional. Estaba discusión era muy caluroso y lleno de energía
pero sin sentido alguno. En resumen se puede decir que la lengua es un portador
de energía, sin sentido alguno. La relación entre la lengua y la
realidad es algo muy ambiguo aunque mucha gente cree que existe una relación
estable, no hay que creer que detrás de una palabra hay un concepto, algo
concreto. La palabra tiene sentido si detrás hay una experiencia personal
pero se puede producir cualquier cantidad de palabras sin que estas palabras
sean cargadas de experiencias personales y muy a menudo una palabra no es nada
más que aire vibrante y por lo tanto es cierto lo que dice Mefistófeles,
es un error de creer que detrás de una palabra hay un concepto.