Se han sentado allí confiados,
con los ojos bien abiertos
y deseando que se asombren.
Parece poca cosa este verso, pero pensándolo bien,
es divertido. La gente quiere asombrarse, quiere
sentir dolor, alegría, tristeza, compasión, quiere
emociones. Por esto van al cine, al teatro,
a la discoteca, etc. Pero estas emociones las quieren
sin la vida real detrás, sin consecuencias. La
vida se quiere vivir, con todas las emociones y el
teatro es una forma de vivir sin sufrir las consecuencias
y a lo mejor, se puede decir que la gente vive
más cosas de manera contemplativa que en la vida
real.