Ahora sabemos muchas cosas. Sabemos
cómo se pronuncian las palabras en alemán,
podemos conjugar en el presente y sabemos cómo
se forma el plural. Con esto ya podríamos
construir una gran cantidad de oraciones. Pero antes de formar
unas pequeñas frases en alemán, vamos
a hablar un poco del objeto directo, o sea,
del Akkusativ. Del sujeto de la frase, del Nominativ,
ya hablamos, y el objeto indirecto y el genitivo
los vamos a dejar a un lado por el momento. De estos
dos casos nos ocuparemos en el capítulo
9 La declinación
en alemán.
Es bien sabido que la declinación es una
cosa bastante complicada y la trataremos con calma.
El objeto directo: der Akkusativ
Comenzamos nuestra discusión con la siguiente frase:
El perro ve el caballo.
Evidentemente, es una frase muy simple y con una frase
así, nadie nos va a conceder el premio Nobel
de Literatura. Todo el mundo entiende el significado
de esta frase. El perro tiene sus ojos fijos en el
caballo y lo está mirando, mientras que el caballo
no se da cuenta del perro o, por lo menos en nuestra
escena romántica, el caballo está comiendo
tranquilamente su pasto y no se entera de que lo está mirando
el perro. ¿Pero por qué está usted
tan seguro de que no es al revés? El caballo
ve el perro.
Si tenemos sólo el caballo y el perro, no se puede saber quién es el sujeto
de la frase. Imagínemos una persona que no habla bien el español, pero
que con la ayuda de un diccionario produce una frase como esta.
Ve el caballo el
perro.
¿Ahora usted comienza a dudar, ¿no? ¿Quién ve a quién?
Este ejemplo muestra que en español se puede saber qué es sujeto y qué es objeto, únicamente por la posición
de los elementos. Sabemos
cuál es el sujeto de la frase, porque el sujeto está delante del verbo
y el objeto directo viene después. Si no se respeta esto, no se puede
saber qué es sujeto y qué es objeto. Ahora, le vamos a dar
otro ejemplo:
El hombre ve a la niña.
Este caso es diferente. Ahora podemos cambiar los elementos de la frase y no
obstante sabremos quién ve a quién.
Ve
el hombre a la niña.
o
Ve a la niña el hombre.
No decimos que esta frase sea gramaticalmente correcta,
está claro, una persona de habla española nunca diría
eso. Sin embargo, no importa en qué posición
estén los elementos, se sabe quién
ve a quién. La posición de los elementos
no tiene ninguna importancia. ¿A qué se
debe ello? Muy fácil. Cuando el objeto directo
es un ser humano, el objeto directo en español
lleva una a delante (a la
niña) es decir, en este caso es fácil
distinguir el sujeto de la frase del objeto directo,
porque el objeto directo lleva una a y el sujeto no.
En este caso, se puede saber cuál es el sujeto y cuál
es el objeto indirecto, incluso cuando la posición
de los elementos no coincide con un orden gramaticalmente
correcto. A lo mejor toda esta discusión le
parece absurda. Pero de hecho, tan absurda no es, porque
hay lenguas, como el latín por ejemplo, en las
cuales el orden de los elementos no tiene ninguna importancia,
porque cada palabra lleva un sufijo que lo caracteriza
claramente como sujeto, objeto directo, objeto indirecto
o genitivo. La base del español es el latín
y con los romanos que llevaron el latín a España
se hubiera podido tener la misma discusión pero
al revés. En latín, siempre se puede
saber cual de las palabras es el objeto directo de
la frase, independientemente de su posición
en la misma, y esto ocurre en alemán y en español
de vez en cuando. El alemán en general funciona
como el español. Es por la posición de
los elementos como se sabe en cada momento, cuál es
el sujeto y cuál el objeto directo, pero igual que
en español, de vez en cuando el objeto directo
está claramente caracterizado. En español
por la preposición a y en alemán porque
el nominativo tiene otro artículo, distinto al del objeto
directo.
Veamos ahora cómo el alemán forma el objeto directo, el Akkusativ.
Los
sustantivos neutros
Ejemplo: das Haus
Nominativ
Akkusativ
Singular
das Haus
das Haus
Plural
die Häuser
die Häuser
Los
sustantivos masculinos
Ejemplo:
der Mann
Nominativ
Akkusativ
Singular
der Mann
den Mann
Plural
die Männer
die Männer
Los
sustantivos femeninos
Ejemplo:
die Frau
Nominativ
Akkusativ
Singular
die Frau
die Frau
Plural
die Frauen
die Frauen
Vemos que en el singular masculino, el Akkusativ (objeto
directo) no es el mismo que el Nominativ (sujeto de
la frase). ¿Qué es lo que hemos querido
explicarle? Una persona que tenga como lengua materna
un idioma que no conoce la declinación podría
preguntarse por qué el alemán se complica
tanto la vida con esta Deklination. Hemos querido sensibilizar
al lector de que hay varias maneras de explicar la
relación que tienen los objetos entre sí,
es decir, para volver a nuestro ejemplo, de poner en
claro quién ve a quién. Claro que hoy
en día, en alemán
tanto como en español, es por la posición
de los elementos de la frase que lo sabemos, y tanto
en español como en alemán el acusativo
y el nominativo son iguales, excepto en los sustantivos
masculinos en sí. Por lo tanto, no hace falta
ni en alemán ni en español que el nominativo
y el acusativo sean diferentes. Pero por razones históricas
en las formas masculinas, incluso hoy en día,
el nominativo es diferente del acusativo. Estos hechos
históricos tenemos que aceptarlos tal cuales,
aunque no nos parezca lógico o mejor dicho,
sean superfluos. Muy a menudo, las lenguas no son muy
lógicas.
Pero si toda la vida fuera organizada de manera lógica
sería un poco aburrida ¿no? Creo que
es útil entender el porqué de la Deklination.
De la Deklination hablaremos otra vez en el capítulo
9 La declinación en alemán.
Veremos que el alemán resuelve ciertos problemas
con la Deklination mientras que el español los
resuelve con las preposiciones. Pero de esto hablaremos
más tardecito siguiendo nuestra regla que poco
a poco vamos avanzando.