A lo mejor conviene
ver bien claro la diferencia entre un adverbio y un
complemento circunstancial, porque no todo el mundo entiende
por adverbio la misma cosa. La palabra adverbio puede
referirse a un tipo determinado de palabra o a una función.
Esto no es lo mismo como vamos a ver enseguida. Miremos
estas dos frases:
a) Corre rápido.
b) Es un coche rápido.
En a) rápido es adverbio y en b) es adjetivo. En un
tipo de frase a) rápido no tiene ni género ni número
y en una frase de tipo b) rápido tiene el mismo género
y número que el sustantivo al cual se refiere.
Corren rápido. Son unos coches rápidos.
Si decimos que un adverbio tiene una cierta función,
producimos una contradicción. Por esto hay gramáticas
que distinguen claramente entre un adverbio
y un complemento circunstancial.
Estas gramáticas llaman adverbios solamente a aquellas
palabras que únicamente pueden servir para precisar
un verbo, un adjetivo u otro adverbio y que no son
variables. De este tipo son en español palabras como
bien, enormemente
y muy. Adjetivos y otras
palabras que pueden especificar un verbo, adjetivo u
otro adverbio, pero que también pueden tener otras funciones
gramaticales, dichas gramáticas las llaman complemento
circunstancial.
Ejemplos
Lo hace con mucho cuidado.
Gritando se emborracharon.
Lo hago con mucho gusto.
Con mucho cuidado,
gritando, con
mucho gusto, no son adverbios, porque todas estas
palabras pueden tener funciones que un adverbio no puede
tener nunca y por ésto los llamamos complemento
circunstancial. Si la palabra adverbio hiciera
referencia a una función de una palabra, entonces se
llamaría adverbio a muchos tipos muy distintos de palabras .
Distinguir entre un adverbio y un complemento circunstancial es importante en ciertos momentos, pero
en cuanto se refiere a los aspectos que nos interesan, los adverbios no se distinguen de los
complementos circunstanciales y por lo tanto en los capítulos siguientes vamos a hablar sólo de adverbios,
pero nos referimos a ambos.