Seite 9: Märchen von einem, der auszog das Fürchten zu lernen (Juan Sinmiedo)



Der Junge ging auch seines Wegs und fing wieder an, vor sich hin zu reden:"Ach, wenn mir's nur gruselte! Ach, wenn mir's nur gruselte!"
Das hörte ein Fuhrmann, der hinter ihm her schritt, und fragte: "Wer bist du?"
"Ich weiß nicht", antwortete der Junge.
Der Fuhrmann fragte weiter:"Wo bist du her?"
"Ich weiß nicht."
"Wer ist dein Vater?"
"Das darf ich nicht sagen."
"Was brummst du beständig in den Bart hinein?"
"Ei", antwortete der Junge, "ich wollte, daß mir's gruselt, aber niemand kann mich's lehren."
"Laß dein dummes Geschwätz", sprach der Fuhrmann. "Komm, geh mit mir, ich will sehen, daß ich dich unterbringe." Der Junge ging mit dem Fuhrmann, und abends gelangten sie zu einem Wirtshaus, wo sie übernachten wollten.

Siguió también el mozo su camino, y volvió a monologar -¡si por lo menos supiese lo que es el miedo! ¡Si por lo menos supiese lo que es el miedo!
Lo oyó un carretero que iba tras él, y le preguntó -¿quién eres?
-No lo sé -respondió el joven.
El carretero siguió preguntando -¿de dónde eres? -No lo sé.
-¿Quién es tu padre?
-No puedo decirlo.
-¿Y qué estás refunfuñando entre dientes?
-¡Oh! -respondió el muchacho-, quisiera saber lo que es el miedo, pero nadie puede enseñármelo.
-Basta de tonterías -replicó el carretero.
-Te vienes conmigo y te buscaré alojamiento.
El mozo lo acompañó, y, al anochecer, llegaron a una posada donde querían pasar la noche.

Vokabular
der Fuhrmann = el carretero
etwas in den Bart brummen = refunfuñar





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