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  Seite 12: Die wahre Braut (La novia verdadera)



Als sie zum drittenmal erschien, hatte sie das Sternenkleid an, das bei jedem ihrer Schritte funkelte, und Haarband und Gürtel waren Sterne von Edelsteinen. Der Königssohn hatte schon lange auf sie gewartet und drängte sich zu ihr hin.
»Sage mir nur, wer du bist«, sprach er, »mir ist, als wenn ich dich schon lange gekannt hätte.«
»Weißt du nicht«, antwortete sie, »was ich tat, als du von mir schiedest?«
Da trat sie zu ihm heran und küsste ihn auf den linken Backen. In dem Augenblick fiel es wie Schuppen von seinen Augen, und er erkannte die wahre Braut. »Komm«, sagte er zu ihr, »hier ist meines Bleibens nicht länger«, reichte ihr die Hand und führte sie hinab zu dem Wagen.
Als wäre der Wind vorgespannt, so eilten die Pferde zu dem Wunderschloss. Schon von weitem glänzten die erleuchteten Fenster. Als sie bei der Linde vorbeifuhren, schwärmten unzählige Glühwürmer darin, sie schüttelte ihre Piste und sendete ihre Düfte herab. Auf der Treppe blühten die Blumen, aus dem Zimmer schallte der Gesang der fremden Vögel, aber in dem Saal stand der ganze Hof versammelt, und der Priester wartete, um den Bräutigam mit der wahren Braut zu vermählen.

Al presentare por tercera vez, llevaba el vestido de estrellas, que centelleaban a cada paso, y la diadema y el ceñidor eran estrellas de piedras preciosas. El príncipe llevaba larga rato esperándola y se apresuró a salir a su encuentro.
-Dime quién eres- le dijo, tengo la impresión de que te conozco desde hace mucho tiempo.-
- ¿No sabes qué hice cuando te despediste de mí? - le respondió ella.
Y, se acercó a él, lo besó en la mejilla izquierda. Y en el mismo momento le pareció al príncipe que se le caía una venda de los ojos, y reconoció a su verdadera novia.
- Ven-, le dijo, -no tengo por qué seguir aquí- y, tendiéndole la mano, la condujo al coche.

Como impelidos por el viento corrieron los caballos hasta llegar al palacio encantado, cuyas ventanas brillaban ya desde muy lejos. Al pasar por delante del tilo, lo vieron invadido de innúmeras luciérnagas que, sacudiendo las ramas, esparcían sus aromas. En la escalera aparecían abiertas las flores, y de las habitaciones llegaba el griterío de las aves exóticas; pero en la sala principal se hallaba reunida toda la Corte, y el sacerdote esperaba para casar el novio con la novia verdadera.

Vokabular
es fiel ihm wie Schuppen von den Augen = se le cayó la venda de los ojos
der Glühwurm = la luciérnaga
der Gesang der Vögel = el griterío de las aves
der Priester = el sacerdote


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