Seite 03: Die alte Straßenlaterne (El farol viejo)



Wie es nun auch werden mochte, so werde sie doch vom Wächter und seiner Frau getrennt werden, die sie ganz wie ihre Familie betrachteten. Sie wurde zur Laterne, als er Wächter wurde. Damals war die Frau sehr vornehm, und wenn sie des Abends an der Laterne vorüberging, blickte sie diese an, am Tage aber nie. Dagegen in den letzten Jahren, als sie alle drei, der Wächter, seine Frau und die Laterne, alt geworden waren, hatte die Frau sie auch gepflegt, die Lampe abgeputzt und Öl eingegossen. Es war ein ehrliches Ehepaar, sie hatten die Lampe um keinen Tropfen betrogen. Es war der letzte Abend auf der Straße, und morgen sollte sie auf das Rathaus; das waren zwei finstere Gedanken für die Laterne, und so kann man wohl denken, wie sie brannte. Aber es kamen ihr noch andere Gedanken; sie hatte vieles gesehen, vieles beleuchtet, vielleicht ebensoviel wie der "hochlöbliche Rat", aber das sagte sie nicht, denn sie war eine alte, ehrliche Laterne, sie wollte niemand erzürnen, am wenigsten ihre Obrigkeit. Es fiel ihr vieles ein, und mitunter flackerte die Flamme in ihr auf, es war, als ob ein Gefühl ihr sagte: "Ja, man wird sich auch meiner erinnern! So war da der hübsche, junge Mann - ja, das ist viele Jahre her; er kam mit einem Briefe, der war auf rosenrotem Papier, fein und mit goldenem Schnitt, er war niedlich geschrieben, es war eine Damenhand.

Pase lo que pase, era casí seguro que debería separarse del farolero y su mujer, a quienes consideraba como su familia. Se convirtió en farol el día en que el hombre fue nombrado vigilante. Por aquel entonces la mujer era muy distinguida, y al anochecer, cuando pasaba por allí, levantaba los ojos para mirarlo; pero de día no lo hacía jamás. En cambio, en el curso de los últimos años, cuando ya los tres, el vigilante, su mujer y el farol, habían envejecido, ella lo había cuidado, limpiado la lámpara y echado aceite.Era un matrimonio honrado, y a la lámpara no lo habían estafado ni una gota. Era su última noche en la calle, y al día siguiente lo llevarían al ayuntamiento; estos pensamientos tenían muy perturbado al farol y se puede imaginar, cómo ardía. Pero por su cabeza pasaron también otros recuerdos, había visto muchas cosas e iluminado otras muchas, tal vez tantas como el ilustre concejo; pero no lo decía, porque era un farol viejo y honrado y no quería irritar a nadie, y menos a una autoridad.
Muchas cosas se lo pasaron por las mientes, y de vez en cuando su llama oscilaba, era como si un presentimiento le dijese:
-Sí, también se acordarán de mi. Allí estaba aquel apuesto muchacho joven -¡ay, cuántos años habían pasado!- que llegó con una carta escrita en elegante papel color de rosa, con canto dorado y fina escritura femenina.


Vokabular
der Leuchtturmwächter = el farolero
pflegen = cuidar
ehrlich = honrado
betrügen, betrogen = estafar, estafado
erzürnen = irritar
die Obrigkeit = la autoridad
mit goldenem Schnitt = con canto dorado





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