El participio presente no existe en el español actual
y fue sustituido por el gerundio que a su vez no equivale
realmente al participio presente alemán. Si decimos
que no existe en español, exageramos un poco, porque antes
sí existía, como muestra este ejemplo muy famoso:
En la Mancha existía una vez un hidalgo que soñaba de
una vida plena, llena de aventuras, de amores románticos,
de hombres que luchaban por la causa justa y no sólo
por el dinero. Pero en su entorno sólo había hombres
secos, aburridos, satisfechos si había algo en la olla.
Este hombre fue el caballero andante
Don Quijote de la Mancha, un hombre al que hoy en día
todos admiramos, pero del cual nos reiríamos, si fuera
nuestro contemporáneo. Este andante
es un participio presente. Pero hoy en día no es posible
formar el participio presente de cualquier verbo.
El participio presente sólo ha sobrevido en algunas formas
ya lexicalizadas como siguiente, muriente, sobrante, etc.
En general, se puede decir que las construcciones con el
infinitivo y los participios son más poderosas que el
gerundio y los participios en alemán; quiere decir que
ofrecen más posibilidades. Si usted se ha preguntado
por qué la versión alemana de una novela es más
grande que la versión española, a lo mejor la respuesta
la encuentra en este capítulo. Se puede decir que el
aleman utiliza demasiado papel, lo que hace daño a
los bosques. Menos mal que en el Internet ésto no tiene
ninguna importancia.