El alemán forma el comparativo de manera orgánica, o sea,
lo forma añadiendo el prefijo -er.
El autor no cree que usted cree que fuera siempre tan
simple. Con toda la experiencia que usted ha adquirido
ya sospecha que habrá cualquier cantidad de excepciones
y complicaciones y, no estaría contento, si no fuera
así. Y efectivamente no es así, pero las excepciones son
pocas.