23.1 Los
adjetivos sirven para especificar los sustantivos
Adjetivos
una rosa
no es la misma cosa
que
una rosa roja
Los adjetivos son variables, lo que significa que
tienen el mismo género y número que el sustantivo que
describen y ésto les distingue claramente de los adverbios.
Los adjetivos son variables
la rosa roja <=>
las rosas rojas
el teléfono negro <=>
los teléfonos negros
Ahora tenemos un enigma para usted. ¿Cuál es el problema
principal con el uso de los adjetivos en alemán? ¿Y? ¡A
ver! ¿Qué cree? ¡Bingo! ¡La declinación! La declinación
de los adjetivos en alemán no es un rollo, es una chorrada.
Usted se ganaría un premio, si encontrara una respuesta
a estas preguntas: Es evidente, que ningún alemán conoce
las reglas de la declinación de los adjetivos, pero
sin embargo la gran mayoría lo hace correctamente ¿Cómo
son capaces de hacerlo correctamente, si no conocen las
reglas? Cómo se pueden respetar las reglas de un sistema,
sin conocer dichas reglas? Esta pregunta a lo mejor le
parece muy filosófica. El autor no cree que sea muy filosófica. Yo creo que una respuesta
a dicha pregunta, sería reveladora y permitiría dar una
respuesta a una pregunta más general: ¿Por qué el hombre
sabe hablar? Las lenguas son el único sistema basado en
reglas, cuyas reglas no se necesitan saber para hablar
según las reglas. Es una situación un poco absurda,
¿no le parece? De todas maneras, lamentamos mucho, tener
que decirle que para esta pregunta fundamental no tenemos
ninguna respuesta. Lo que podemos explicarle son las
reglas de la declinación de los adjetivos. A lo mejor
usted va a utilizarlas para declinar correctamente
los adjetivos. Después de un cierto tiempo usted hablará correctamente sin pensar en estas reglas y
un día las habrá olvidado y hablará correctamente
sin saberlas. Su comportamiento será entonces tan absurdo
como el de cualquier alemán; tendrá el mismo comportamiento
absurdo al hablar el alemán, que tiene al hablar
español. Pero toda la vida es un poco absurda y basta
que confiemos en nuestro alrededor para tener la impresión
de que todo está normal.